La mecánica de...la crianza

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En algún lugar de la gran RobotCity se encontraba un robot contador, un robot que, en resumidas cuentas, era una calculadora con pies.

Bajo de su departamento y tomo el autobús al trabajo, al llegar paso su turno y fue a su escritorio a continuar sus cuentas, el veía la hoja, los datos y automáticamente lograba hacer los cálculos, era algo muy sencillo para él, pues estaba programado para ello.

Esa tarde comenzó a llover, la mayoría de robots eran aprueba de agua, después de todo ya habían sucedido lluvias en distintas ocasiones y muchos morían en ellas por la falta de esta cualidad, pero nuestro pequeño amigo no era de esos afortunados que poseían esa cualidad, así que tuvo que esperar en la puerta del edificio de su trabajo a que esta pasara, hasta que oscureció y a esa hora no pasaría ningún autobús, así que tenía que dirigirse a su hogar caminando.

Fue lentamente caminando, no muchas cosas sucedían en la noche, y la delincuencia había disminuido en ese distrito paso cerca de un callejón oscuro y entonces escucho un fuerte estruendo, comenzó a prepararse para correr en caso de ser algún peligro con otro robot, y entonces escucho un ruido que nunca había escuchado en su vida.

Escucho otro golpeteo, provenía de uno de los contenedores de basura, la curiosidad le comenzó a ganar y entonces se asomó al contenedor de basura y ahí vio algo que nunca esperaría ver, vio a un humano, parecía que estaba muerto, pero tenía algo en los brazos ¿Un montón de cobijas? Pero entonces ese montón comenzó a moverse.

El robot tomo el montón y lo comenzó a desenvolver, y descubrió que adentro había un pequeño bebe humano, quedo totalmente sorprendido, sabía lo que era un humano, pero también sabía que estaban extintos, por eso no le sorprendió ver el cadáver en el bote, pero ahora, ahora tenía un bebe humano en sus manos.

Vio a sus alrededores y además de él y el cadáver en el bote, no se veía otro humano cerca; no podía dejarlo ahí, así que decidió llevárselo, logro pasarlo por la recepción de su edificio ocultándolo en su maletín, llego hasta su casa sin que él bebe diera problemas.

Al llegar cerro todas sus ventanas y saco al bebe de su maletín, vio que tenía los ojos cerrados, parecía que dormía, el robot comenzó a buscar algo que pudiera servir para alimentarlo, sabía que necesitaba alimento, probablemente no duraría mucho sin él, así que lo tomo y lo volvió a meter a su maletín, saldría rápido de la ciudad en búsqueda de comida para él.

Su edificio no quedaba muy lejos del borde de la ciudad, así que se apresuró, desde su ventana de vez en cuando veía vacas pastando a lo lejos, ellas tendrían leche para el pequeño humano.

Corrió lo más que pudo y entonces lo encontró un pequeño rebaño, el robot saco al bebe de su maletín y entonces trato de despertarlo con suaves toques en su cabeza, él bebe no respondía mucho, así que directamente lo acerco a la ubre de la vaca, y este comenzó a succionarla, el pequeño estaba impaciente y esto hizo que la vaca se despertara y alertara a todo el rebaño.

Nuestro amigo metálico corrió y procuro alejarse de ahí, pero necesitaba más comida que ofrecerle al pequeño humano, y viendo a su alrededor encontró unos árboles frutales, arboles de naranja, de manzana e incluso un mango. Tomo varias de esas frutas, tantas como le cupieran en su maletín sin olvidar que también ahí tenía que entrar el pequeño humano.

Corrió de regreso a su departamento, busco cosas donde pudiera poner la fruta recién obtenida, vio que tenía frascos vacíos y una nevera, todas las casas eran totalmente funcionales para un humano, aunque los habitantes de esta realmente no necesitaran más que un enchufe para cargarse.

Con su misma mano aplasto la fruta dentro del frasco, teniendo así cuatro frascos de papilla para alimentarlo, eso podría servir por un tiempo, así que reviso al pequeño, lo dejo en una pequeña cama hecha de cojines a lado de su cama, se enchufo, y procedió a dormir.

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