Capitulo 1

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- Solo cuatro horas y se acaban las clases- le dije a Aby quien se dormía frente a mi taquilla.

- No me importa. Tengo sueño y hambre- respondió

- Siempre tienes hambre. - me fulminó con la mirada para luego sonreír dándome la razón. - Ven, vamos a clases.- Le pasé el brazo para caminar por el pasillo.

Como puedo comenzar sin presentarme.

Soy Jeidy Jonhson, 16 años y feliz de ser yo. Ya es último día de clases y después de aquí iremos a festejar.

El problema es que mi hermano también irá a cuidar que no beba en exceso. Maldito Joshua Johnson. Sí, tengo dos hermanos él que es un año mayor que yo y Dylan, quien tiene 11 años.

Lo interesante es que solo yo soy adoptada, ya que mi madre era muy joven para tenerme y mi padre no nos acepto, así que aquí estoy. Estoy feliz de tener esta familia ya que me crié con ellos.

- ¿Quieres despertar y atender a la clase? - como siempre, Aby, interrumpiendo mis pensamientos, o en este caso, mi presentación.

- Calla si no quieres que te lance mi libro. - dije. No somos las chicas malas. Somos normales, sociales y sin mucho que contar. Aunque no juzgo a los que quieren ser así de hermosa como lo somos nosotras.

Saliendo de la clase, nos encontramos con mis otros amigos.

- Quedamos en vernos a las cinco. - dijo Gretchen. - No nos fallen. - dijeron ella y Keven al unísono.

- ¿Por qué los gemelos siempre dicen las cosas a la misma vez? - dijo Mike robándome el pensamiento.

Sí, Gret y Keven son gemelos y Mike solo es nuestro mejor amigo.

- Eso iba a decir. - dije haciendo un hermoso puchero, provocando la risa de ellos. - Sí, nos encontramos a las cinco. - confirmé.

- Bien, hasta luego chicos. - dijo Aby halándome por el brazo y a Mike por la camiseta. - Mientras más avanzamos, más tempranos nos iremos. - nos dijo soltando su agarre.

­- Sabes que es el mismo tiempo, ¿verdad? - preguntó Mike.

- Sí, pero me gusta engañar mi mente. - dijo Aby provocándonos unas gran carcajada.

*****

- Llévame a casa. - dije a Mike sacándolo de sus pensamientos.

- Bien, sería quince dólares. - paré en seco pensando si hablaba en serio.

- ¿Me vas a cobrar por llevarme a dos minutos de tu casa? - pregunté incrédula.

- No, solo bromeaba. - dijo riendo. Solté un suspiro de alivio y caminé hasta su carro. - Adelante. - dijo abriendo la puerta de pasajero de su lujoso auto.

- Que caballero. - dije en tono de sarcasmo provocando que ambos soltáramos unas largas carcajadas.

Salimos en un cómodo silencio. Llegamos a mi casa, le di un pequeño beso en la mejilla y me bajé. Subí las escaleras del porche para encontrarme la puerta con pestillo.

- Genial, no tengo mis llaves. - toque el timbre con esperanzas de que hubiese alguien dentro. Y, efectivamente, mi hermoso hermano mayor abrió y.... ¡Cerró la puerta en mis narices! - ¡¡¡JOSH!!! ABRE LA JODIDA PUERTA.

Amor Solo Es AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora