Capítulo 47: Te deseo

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Pov Poché:

Llegamos a nuestro apartamento y entramos entre besos. El camino hasta casa fue duro porque la mano de Calle subía y bajaba lentamente por mi muslo, excitándome.

M- Ahora vas a pagar la provocación del camino- le susurré detrás de ella mientras intentaba abrir la puerta- ¿nerviosa?

Con ayuda de mi mano derecha deslicé su pelo para dejar su hombro derecho y parte de su cuello descubierto. Amaba ponerla nerviosa.

Sonreí cuando vi que su piel se erizaba gracias a mi respiración, pase delicadamente mis dedos por esa zona para después dejar besos suaves que casi no rozaban su piel.

M- Amor...- volví a dejar varios besos- necesitas ayuda mi vida?

Ella asintió lentamente, mientras reposaba su cabeza en mi hombro dándome más acceso.

Agarré su mano y la dirigí a la cerradura, una vez entramos cerré rápidamente la puerta para acorralar a Calle contra ella.

Mi boca seguía jugando con su cuello y mis manos recorrían lentamente mi cuerpo.
Mi amor busco mi boca con la suya para unirnos en un sexy y apasionado beso. Había una guerra que ninguna estábamos dispuesta a perder, pero me dejé llevar cuando tomó mi labio inferior entre los dientes, para después chuparlo, soltándolo con un excitante ruido.

D- Te deseo tanto- susurró en mi boca.

No contesté, solo la agarré de la cintura y la empujé para que saltará y se aferrase a mí.
La sujete por sus nalgas, no perdí el tiempo y las apreté en el recorrido que había desde la entrada hasta nuestro cuarto.

M- Te deseo, te deseo, te deseo- dije entre besos.

Una vez llegadas a nuestro destino, dejé a Daniela suavemente en la cama. Me acerqué a ella para dejarle un pico y proceder a desabotonar lentamente cada uno de los botones de su sexy camisa.

Cada parte de piel expuesta era besada por mi, lo que provocaba gemidos en Calle.
Una vez abierta la camisa, la saqué junto con su brassier, con ayuda de Daniela.

M- Dios eres hermosa- le decía mientras besaba su abdomen.

Subí a sus pechos, y no pude evitar llevarme su pezón a la boca. Con ayuda de mi mano, dejaba pequeños círculos en la aureola del otro pezón se Calle.

Gimió.

Succionaba, mordía y lamía sus pezones endureciéndolos. Era deliciosa.

Dejé sus pechos y fui bajando lentamente por su abdomen con lamidas y pequeñas mordidas.

Escucharla me volvía loca y me excitaba.

M- Mirémos cómo está usted- hablé con una sonrisa pícara mientras desabrochaba su jeans y lo bajaba lentamente- Dios, estás mojadísima mi niña- hablé mientras terminaba de quitarle el pantalón.

Solo vestía sus cucos y se veía hermosa.

D- Gordi... llevas mucha ropa, no es justo- dijo poniendo un puchero que me encargué de besar.

De un saltó bajé de la cama y me despoje de todas mi prendas.

M- Ahora tu llevas más ropa.

Ella rió sacándome una sonrisa.

Le agarré los tobillos y la jalé dejándola al borde de la cama. Me agaché y cogí el borde de su ropa interior.

M- Levanta ese hermoso trasero- le pedí.

Ella con gusto lo hizo, dejándome unas maravillosos vistas de su centro rosado y húmedo.

M- Dame un segundo, ahora vuelvo.
D- Noo...te necesito- dijo.
M- Un segundo mi amor, lo disfrutarás.
D- No ..mmm...tardes- habló entre gemidos mientras se daba autoplacer.

Me mordí el labio, era tan existente ver a Calle tocándose.

M- Ya- dije cuando regresé escondiendo lo que traía atrás mío.

No le dí el chance a preguntar, ya que mi boca se colocó en su centro, ansiaba probarla.

Mi lengua se deslizaba arriba y abajo sobre sus pliegues, con ayudada de mis dedos separaba sus labios mayores para profundizar más mi lengua, cosa que parecía gustarle.

Con delicadeza deslicé dos dedos en su centro, mientras mi lengua subía a darle atención a su clítoris. Lo succionaba, lamía, besaba, mordía. El compás de mis dedos lo llevaba ella con sus movimientos de caderas. Amaba ver cómo mis dedos entraban y salían de su intimidad; y como su interior, cálido, húmedo y palpitante los envolvían.

Estaba apunto de llegar al clímax, pero yo tenía otro plan. Saqué mis dedos de ella y aparte mi boca de su centro, no sin antes dejar una gran lamía que la dejó al borde del orgasmo.

D- Qué?! Por qué paras??- preguntó agitada.

Lo que no vio venir fue mi próximo movimiento.

Continuará...

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Se acerca el final ya que se eligió la opción B. Espero que estéis disfrutando de la historia, agradezco todo vuestro apoyo.

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Señorita Garzón, ¿qué desea? (Caché)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora