ℂ𝔸ℙ𝕀𝕋𝕌𝕃𝕆 18: 𝔼𝕤𝕔𝕠𝕔𝕖𝕤𝕖𝕤

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𝐃𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐍𝐨𝐯𝐢𝐤𝐨𝐯 ♕︎

No todo era color rosa desde luego, y tu que estas leyendo lo sabrás mejor que nadie, había muchos traidores, enemigos y gente nueva en la que podías confiar o no. Pero todo lo que habíamos echo Aegea y yo no era en vano, aunque ella sufría mas que ninguno de los que la rodeara, nunca se rendía, ella cuidaba de los demás mas que a ella misma y eso podría suponer muchos problemas.

Mire a Aegea la cual estaba llevando a Alyssa, Aegan y Izan a un columpio, la mire suspirando, teníamos poco tiempo. Estábamos en Nueva York ya que los niños se quedarían con Dan y Petro allí, ví como Alyssa se choco con una chica pelirroja, la cual estaba con otras dos chicas, una más alta y otra un poco mas bajita que la pelirroja, ella se dio la vuelta y sonrió mirando a Alyssa.

–Ai perdón –dijo Aegea corriendo hacia Alyssa– Lo siento mucho de verdad.

–No pasa nada –dijo sonriendo– Se parece mucho a ti por cierto.

–¡Vamos Zai! –gritaron unos chicos desde lejos–.

–¡Voy! Disculpeme me tengo que ir–se giro enfadada hacía ellos y se fue a su lado– ¿¡Cuantas veces os tengo que decir que no griteis por la calle!? Sois unos odiosos.

–¿Y que estas haciendo tu ahora? –dijo uno de ellos con una sonrisa burlona y ella blanqueo los ojos–.

Sonreí, me recordaba mucho a mi con Aegea, ella se giro y sonrió. Rato más tarde Dan y Petro se fueron con los niños, tuvieron que arrancarnos a los niños de los brazos para que nos fuéramos, y así lo hicimos, 10 horas mas tarde ya estábamos en Escocia. Los demás vinieron antes que nosotros ya que sus hijos se quedaron con Leila y Karla, las cuales estarían investigando el paradero de Samuel. Aegea miro la base Escocesa con asco, la llegaba a comprender, era un lugar donde aunque fuese muy bonito, la hicieron adicta, la violaron y maltrataron durante meses, que para los dos se nos hizo eternos, pero para ella, aun más. Pisamos la nieve y nos sonreímos, era la hora de esconderse hasta que se hiciese de noche para poder atacar. Aegea estaba con Aiden, Lev y Jared, ella misma los eligió, mientras que yo me quede con Mike y Aaron, los más fuertes del grupo. Nosotros teníamos la fuerza, mientras que el otro grupo era el mas sigiloso. Nos escondimos en nuestro escondite donde podríamos ver la señal de cuando entrasen.

–Cuando ponga la bomba nos dará una señal con la linterna con luz blanca –dijo Mike susurrando– Cuando veamos las dos luces, una roja y otra azul, será el momento de entrar.

Asentimos y esperamos hasta que anocheciera, cuando fue de noche, la primera señal fue dada, blanca, 1 hora teníamos de atacar y salir para cuando entrasemos. La segunda no tardó en llegar, roja, Aegea había entrado, la azul segundos después también Aiden, Lev y Jared habían entrado también. Entonces dimos la nuestra la verde, lo que no nos imaginamos fue que nos agarraran a los 3.

–Llevarlos con Samuel –dijo uno– Dijo que quería a Dante.

Y después de eso solo ví negro, dejando a Aegea sola en esto.

︎ 𝐀𝐞𝐠𝐞𝐚 𝐃𝐮𝐛𝐨𝐢𝐬 ♔︎

Cuando di la señal, me asegure de que ellos la diesen también, cuando la dieron entramos todos con bastante sigilo, por donde estábamos llenado nosotros no había casi ninguno, varios de ellos intentaron dar aviso de que ya estábamos aquí, pero fuimos mas rápidos y los matamos antes. Sabía que Dante estaría bien, y que él volvería conmigo a casa. Cuando llegamos a la sala de Alexander lo vimos sentado en su escritorio mientras sonreía a otro guardia que estaba.

–Vaya la pequeñita Dama Oscura –sonrio– ¿Como esta tu marido? Ah no que no lo sabes. 

–¿Que estas diciendo pedazo de escoria? –seguí apuntándole y el se empezó a reír–.

–Ahora mismo esta llenado rumbo a España a ver a tu bombón.

–Matar a los guardias –ordene con firmeza–.

–Aegea –intento detenerme Lev–.

–Matarlos he dicho.

Dije con firmeza sin apartar la mirada de el escoces, cuando escuche disparos afuera, dispare al guardia que tenía a lado suya. Me acerque a Alexander y le propone una patada que voló hasta las estanterías haciendo que se cayesen algunos libros, se levanto despacio y escupió sangre al suelo. Quite el seguro de la pistola y le apunte.

–¿Donde exactamente?

–Donde conociste a tu querido primo Mike, el cual también estan con ellos.

–Maldito hijo de puta –grite y le dispare en la pierna haciendo que se arrodillase– Eso es arrodillate ante mi.

Cuando intento levantarse otra vez, le dispare otra vez, Lev entró avisando que no habían más, los demás entraron también pero no dijeron nada. Mire a Alexander el cual me miro con una sonrisa, le propine otra patada en la cara haciéndole girar la cara. Cuando volvió a mirarme lo hizo con rabia. Agarre otra pistola, teniendo dos.

– Esto es por mis hijos –le dispare en el hombro– Esto es por mis familiares –le dispare en el otro– Esto es por mis amigos –le dispare en un pie, acto seguido le apunte en el pito y con la otra en la cabeza– Y esto, esto es por mi.

Dispare tantas veces como pude, teniendo seguramente la cara llena de sangre, Lev intento acercarse pero me levante antes y comencé a caminar hacía fuera de la base, cuando estuvimos a una distancia bastante considerable, mire a Jared el cual asintió e hizo explotar la base, seguí caminando mientras que tenía una explosión detrás de mi. Cuando llegue al avión el cual nos esperaba, mire a mi hermano.

–Avisa a los alemanes y a los rusos, vamos a ir a por Samuel Guitierrez.

Asintió alejándose con el móvil en la mano, y sentí un nudo en el estomago, mire al suelo, haciendo que cayesen las gotas de sangre que aun tenía freca de Alexander manchando la nieve blanca. Un enemigo menos, pero quedaba el que tanto odiaba Samuel Guitierrez. Mi hermano volvió a acercarse a nosotros y fue entonces que nos subimos todos en el avión, yo me fuí directamente a ducharme. Ya que ese avión tenía una ducha. Me duche y allí me permití llorar, tenía miedo por Dante, por Mike, por Aaron... Pero no me podía permitir caer, no en ese momento. Suspire mientras me cambiaba, cuando salí me senté delante de mi cuñado, el cual estaba pensativo, cuando me miro sonrió.

–¿Sabes? Hace años Dante estuvo sentado allí el día en el que fuimos a rescatar a tus hermanos –sonrió– Y tenía un pañuelo azul el cual no tenía ni gota de sangre, nunca te lo dio –hizo una pausa– El día de vuestra boda llevo ese pañuelo.

–Ese madilto pañuelo –sonreí– Nunca me lo ha dicho.

–Cuando creímos que estabas muerta –suspiro– Dejo ese pañuelo en el atud, ese atud tiene muchos recuerdos de todos.

–Cuando regresemos los desenterraremos.

Sonriente asintió y me abrazo dándome la fuerza que me faltaba en esos momentos. Suspiro cuando me soltó y se fue a la habitación, supongo que a dormir. Aiden también se sentó a lado mía pero no dijo nada. Tenía mucho miedo quería llegar antes que ellos, quería matar a todos los que hiciesen daño a Dante. Solo me maldecía a mi misma, mientras que miraba con desespero el reloj. Si eran 3 horas, pero me desesperaba no poder hacerlo en ese momento. Jure protegerle pero nunca podia hacerlo. Suspire levantándome para dar vueltas de un lado a otro, tenía que pensar como lo hacía, esto no estaba en los planes y me daba miedo hacer algo mal. Cuando por fin llegamos bajamos y mire el reloj. Faltaba media hora en coche. Así que agarramos un coche de cualquiera por la calle y empezamos a conducir hacía el lugar. Estaba segura de algo, era el final de la guerra. ¿Ganariamos nosotros o Samuel?

LA DAMA OSCURA (+18)☠︎︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora