LA DAMA OSCURA (+18)☠︎︎

ℂ𝔸ℙ𝕀𝕋𝕌𝕃𝕆 9: 𝔽𝕦𝕖𝕣𝕥𝕖.

♔ 𝐀𝐞𝐠𝐞𝐚 𝐃𝐮𝐛𝐨𝐢𝐬 ♔︎

No sabía cuanto tiempo pasó hasta que me cure al completo, y no tenía pensamientos patéticos de querer suicidarme. Después de varías semanas metida en la cama la mayoría del tiempo la pasa en el gimnasio sola entrenando y dando puñetazos a un saco de boxeo. Dante estuvo preocupado durante mucho tiempo, hasta discutimos porque él no me dejaba en paz. Le deje sus cosas fuera de mi habitación y dormía en la otra punta de la mansión por ordenes mías, para no tener tentaciones. Termine de entrar y salí del gimnasio que teníamos en el gimnasio. Dante pasó por a lado mio sin mirarme y entró al gimnasio, chasquee la lengua y subí las escaleras molesta, ya que ninguno de nosotros iba a dar el paso de hablar, orgullo básicamente, Karla y Mike estaban con una cerveza en la mano disfrutando la situación. Los mire y estaban apunto de reírse.

–¿Qué? –dije malhumorada– ¿Esto os parece una película de comedia o algo?

–Un poco lo es –empezó a reírse Mike y le tire la botella de agua– Te hace falta un buen polvo de él.

–No lo necesito –dije– A parte no me ha explicado aún lo de Ashley.

–Toxica –dijo Karla–.

Les saque el dedo haciendo que sus carcajadas fuesen mas sonoras. Subí a mi habitación y me duche. Los niños estaban con Leila, Dan y Petro en Londres por ordenes mías. Suspire al ver la foto de ellos, me empecé a poner un vestido rojo con escote con unos tacones del mismo color, iba a ir con Karla y Aiden a la discoteca. Necesitaba un poco de paz al menos por unas horas. Salí de la habitación y los espere en el salón, pero para mi desgracia Dante estaba allí me miro chasqueando la lengua y volvió a mirar su móvil.

–¿Donde vas? –preguntó–.

–No te importa.

–Si me importa.

–Que no.

–Que si.

–¡No! –me gire a mirarle y ya me estaba mirando–.

–¡Si!

–¡NO!

–¡SI!

Llegó Aiden mirándonos con la ceja levantada y negando con la cabeza divertido. Los dos fulminamos a Aiden con la mirada haciéndole reír, nos miramos Dante y yo y la apartamos al instante. Karla bajo y miro a Aiden soltando una carcajada. Empecé a caminar a la puerta acompañada de Aiden y Karla, Dante gruñio y sonreí victoriosa. Entramos al coche y nos fuimos a la discoteca.

–¿Cuanto tiempo vais a seguir así por una tontería? –pregunto Aiden–.

–Hasta que me pida perdón –puse mis manos en la cadera–.

–Los dos sois unos orgullosos –dijo Karla mientras llegábamos–.

Baje malhumorada cuando llegamos y entre a la discoteca sin ni siquiera mirar a los guardias. La música inundo mis oídos y como era costumbre agarré una botella de whisky y me la empine, haciendo que Aiden me mirase con la boca abierta.  Pasaron las horas donde los único que hacía era beber y bailar, lo que me hizo olvidar mis problemas que tenía fuera. Que si, eran graves, pero cualquiera quiere al menos estar sin pensar en sus problemas. Pero cuando pise la mansión y ví a Dante de brazos cruzados todos mis problemas empezaron otra vez. Pase por a lado suya, sabía que era demasiado orgulloso para empezar hablar antes, pero yo lo era aún más. Subí a mi habitación y me tumbe en mi cama sin quitarme nada. Sentí unos pasos aproximarse a la habitación lo que me hizo reír, se sentó el odioso a lado mía y me miro.