By messages┊NaruHina

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TenTen resultó ser una fanática más de las películas de distintos géneros; por eso es que durante los últimos días de su estadía en casa de su padre TenTen, Hanabi y ella tuvieron la oportunidad de desvelarse no en una, si no en varias ocasiones. Compartieron madrugadas llenas de películas y mucha comida de todo tipo. Hinata estaba segura que una vez que regresara a casa tendría que comenzar con una rutina de ejercicio bastante exigente.

Neji por supuesto estaba feliz de tener a su novia en casa, con el único "inconveniente" de que en realidad poco y nada pudieron compartir pues él no entraba en esas noches de chicas que sus primas y su novia organizaron. Así que, completamente resignado, lo único que podía hacer era darles las buenas noches para después irse a dormir, después de todo su trabajo era tan demandante que no le molestaría dormir un par de horas extra mientras ellas se divertían.

Hanabi entre todas era la más feliz ya que para ella TenTen se había vuelto más que la novia de su primo, era casi como una hermana más, poder tener tiempo con ella y con Hinata eran en definitiva lo único que faltaba para que sus vacaciones fueran excepcionales, pero, lamentablemente para ella, todo tenía su final. Luego de una semana y un par de días, Hinata debía volver a la ciudad.

¿Lo bueno? Es que obvio, Hanabi iría con ella. Quizás por eso no le sabía tan mal hecho de que su hermana tuviera que partir nuevamente, pero si extrañaría a TenTen durante los días en los que estaría lejos de casa.

—¿Y...? —Hanabi tomó asiento sobre la cama de Hinata, observando como ella guardaba sus pertenencias dentro de su maleta.—, ¿Voy a conocer tu lugar de trabajo?

Hinata terminó de acomodar sus cosas dándole un último vistazo antes de cerrarla definitivamente, dándole una mirada de reojo a Hanabi encogió sus hombros sin saber qué respuesta darle.

—Técnicamente estoy de vacaciones aún —Hinata bajó la maleta de la cama y observó a su alrededor mientras esa sensación nostálgica comenzaba a inudarle el pecho.—, pero creo que ya es momento de regresar.

Hanabi asintió guardando silencio. Ella comprendía a su hermana, por mucho que aún no supiera sobre ese tipo de sentimientos amorosos, ella era una chica que veía y sentía mucho, podía ponerse en el lugar de los demás con tanta facilidad que llegaba a sentir casi lo mismo que ellos. Por eso es que no le insistiría para que se quedara más tiempo, después de todo si Hinata decía que era tiempo de volver, es porque estaba completamente segura de que así debía ser.

—Pero te llevaré si quieres conocer el lugar.

Hanabi rápidamente la miró, sus ojos brillaron con esa ilusión tan única que siempre aparecía cuando le daban una buena noticia, o se trataba de algo que en el fondo quería escuchar.

—¡¿De verdad?! —chilló poniéndose de pie.

—Claro —Hinata solo pudo reír con fuerza cuando Hanabi la envolvió en sus brazos, si tuviera más sería un excelente abrazo de pulpo.—. ¿Ya tienes tus cosas listas?

—Todas, todas.

—Perfecto, porque ya debemos irnos.

Con la misma energía anterior Hanabi dió un asentimiento tras otro y así, con Hinata a su lado arrastrando su maleta ambas salieron de la habitación que ahora nuevamente se encontraría vacía por quién sabe cuánto tiempo más.

—Genial, estaba a punto de ir por ustedes —Neji apareció en el pasillo arreglándose los botones de su camisa azul oscura.—. Hiashi nos espera en el primer piso.

—¡Voy por mi maleta!

Tanto Neji como Hinata observaron a Hanabi partir a pasos apresurados a su habitación.