By messages┊NaruHina

23

Si Hinata tuviera una bolita de cristal que le permitiera ver el futuro, probablemente la utilizaría sobre todo en las situaciones incómodas... Pero como para su desgraciada mala suerte no tenía ni siquiera el don de la adivinanza, ahí estaba ella, rezándole a quien sea que pudiera ayudarla para que por favor la sacaran de ese martirio.

—¿Hinata...? —La gruesa voz de Sasuke llamó la atención de todos ahí, enseguida otra pregunta que no se hizo esperar.

—¿Se conocen? —Naruto y Sakura preguntaron al mismo tiempo, Sakura con un leve astivo de sorpresa y Naruto... Bueno, Naruto todavía tenía los ojos y la boca muy abiertos, sólo que ya no estaba perdido observando a Hinata si no que ahora su atención había recaído en su mejor amigo.

—Algo así —Sasuke se encogió de hombros luciendo totalmente relajado, cosa que Hinata no lograba conseguir.

Claro, no se conocían, se habían visto una vez con suerte y no se llevaron mal pero para nada, el problema radicaba en la situación en la ocurrió aquel primer encuentro. Algo de lo que sinceramente Hinata no quería hablar ni mucho menos recordar, había pasado no demasiado tiempo desde aquello pero aún así se lo guardó para ella ya que preocupar a Sakura con algo así no estaba en sus planes.

—¿Algo así? ¿Cómo? —Sakura se apoyó en la mesa reposando su mejilla en la palma abierta de una de sus manos.

—La conocí porque-- —Sasuke en realidad no tenía filtro alguno, y él en serio estaba dispuesto a decir como habían sido las cosas, contarlo todo con lujo de detalles, pero en cuanto tomó la respiración necesaria para seguir hablando y alzó la cabeza en un acto inconsciente, sus ojos oscuros chocaron con los lila de Hinata, su rostro lleno de pánico y preocupación hicieron que el silencio en él fuera tan abrupto que los ojos verdes de Sakura y los azulados de Naruto se posaran sobre él.—Porque estudiamos en la misma universidad, me la encontré... De casualidad... —Mintió, carraspeando un tanto su garganta.

Naruto no pudo no observalo con los ojos entrecerrados y el ceño fruncido. Podría sonar quizás como una exageración, pero ambos se conocían desde hace tantos años que el rubio pudo notar el pequeño cambio que Sasuke tuvo respecto a sus palabras. Y bueno, él era un chico muy, muy curioso.

—Sí, justo eso... —Concordó Hinata con una pequeña sonrisa nerviosa. No iba a agradecérselo justo en ese momento, pero si la oportunidad se daba lo más probable es que no terminaría nunca de darle las gracias.

Lo cierto es que Hinata no le gustaba mentir, pero lamentablemente se obligaba a sí misma a ocultar información. No era una mentira del todo decir que ambos se habían conocido de casualidad, porque técnicamente había sido así, sólo que pasando por alto (muy, muy por alto) las circunstancias.

Hinata le había prometido a Sakura el quedarse con ella por los menos unos cuantos minutos antes de comenzar con su trabajo, conoció a Sasuke lo suficiente como para llegar a creer que Sakura no tendría que pasar por lo mismo que ella, y es que la historia no tendría por qué repetirse. Aunque en el caso hipotético de que sucediera, entonces Sasuke debía saber que Hinata lo buscaría, lo encontraría y sólo ella sabría lo mucho que lo haría arrepentirse.

Claro que se estaba anticipando al lado negativo y aquello no era precisamente bueno. La idea de confiar a ciegas en alguien después de la decepción monumental que había sufrido no era una idea demasiado atractiva para ella, pero tampoco se quitaría la oportunidad de hacerlo gracias a una sola persona que no supo valorarla como era debido.

Ahora, si dejamos de lado lo que era la relación de Sakura y Sasuke, y también la verdadera razón del por qué Sasuke y Hinata se conocían y nos centramos en cierto rubio al que habíamos tenido un tanto olvidado, la cosa se ponía mucho peor.