— ¡Hazme un pase, Yeonjun! — gritó Minho corriendo a la par que el rubio.
La clase A° estaba en su tiempo libre, los chicos jugaban fútbol mientras las chicas jugaban voleyball. Sin mentir Yeonjun era él mejor en el juego mas era alguien muy torpe, casi siempre se estaba cayendo o chocando con alguien, se le olvidaban unas cosas o se trababa al hablar.
Al estar cerca de la portería y ver a Jake defensa del equipo contrario realizó el tan pedido pase, pateó la pelota en dirección a Minho al ver que más oponentes se acercaban a él.
Pero por un pequeño desliz el balón terminó con Minho mientras él estaba en el césped de la cancha.
Terminó tropezando con su propio pie y ahora estaba boca abajo en el césped, se levantó a duras penas para seguir al oír a sus compañeros gritar «¡GOL!».
— Yeonjun, ¿estás bien? — preguntó Sunghoon acercándose al rubio.
— S-sí, solo fue otra caída. No te preocupes, Honnie.
— Ya pero tus rodillas están rojas, mejor ve a la enfermería para que te pongan un poco de crema. Nosotros tomaremos un descanso mientras.
— Bien, pero aparta un lugar y una botella de agua para mi — dijo yéndose de la cancha.
— ¡Claro! — escuchó a lo lejos.
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Yeonjun iba caminando por los pasillos hasta la enfermería, ambas rodillas estaban rojas y le dolían un poco. Al parecer sí se había caído con bastante fuerza.
Entró a la sala de enfermería y se encontró con un chico de espaldas arreglando una de las camillas, era alto y tenía una espalda ancha, su cabello era de un color morado bastante bonito. Tal vez era uno de los del C°.
— Disculpa, ¿está el enfermero Jung? — preguntó acercándose al guapo pelimorado.
— Oh, no ahora mismo no se encuentra — el joven se volteó conectando su mirada con la de Yeonjun — Esta de vacaciones, soy el suplente, Choi Soobin para servirte — Soobin sonrió pareciendo un lindo conejito bebé.
— O-oh, bueno.... Y-yo solo venía por un poco de crema para la inflamación, me caí jugando en la cancha de césped y me duelen un poco las rodillas. ¿Dónde está?
— Claro, siéntate en la camilla, por favor, te voy a aplicar yo la crema — dijo alejándose y yendo al mueble más pequeño de la habitación.
Yeonjun acató la orden y se sentó en la camilla mientras veía como el enfermero sustituto buscaba la crema en aquellos cajones, estuvo viendo su rostro sereno. Sus ojos tranquilos y azules, sus naricita de botón y sus labios similares los de un conejo.
Se perdió tanto en aquellas facciones varoniles pero suaves que no se dio cuenta que el chico ya estaba agachado ante el, aplicando crema sobre sus rodillas rojas.
Salió de su ensoñación al darse cuenta que el guapo enfermero le estaba haciendo una pregunta.
— ¿Eh?
El pelimorado soltó una risita nasal.
— Te pregunte tu nombre, ¿cuál es? — volteó a verlo sonriendo haciendo haciendo sus ojos formarán medias lunas.
— Y-yo.... Yeonjun, Choi Yeonjun — respondió sonriendo, evitando cruzar miradas con el chico.
— Claro, eres muy lindo, ¿lo sabías? Los chicos bonitos como tu no deberían de lastimarse tanto — Soobin esparcía cuidadosamente la crema por sus articulaciones creando masajes.
— G-gracias, tu también eres bonito....
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