La hija de un Idol 𝐼𝐼

capitulo 4

Los chicos retomaron sus actividades gracias a un grupo de novatos y otro de novatas que habían entrenado juntos

– tenemos cinco presentaciones – Hana les mostró lo horarios – nada de desvelos, salir de noche – miro a Lua y a Jiwoo – eviten salir con personas ajenas a nuestro círculo por los rumores, entrenaremos más tiempo para evitar salir ¿Dudas?

– aún podemos renunciar – Dojun dejo caer su frente en la mesa – no empezamos y ya quiero irme a tomar mi lechita de plátano e irme a dormir mientras mi mamá me canta una canción de cuna y me hace piojito – Hana rodó los ojos y le aventó la libreta – te voy a acusar con mi mamá

– feo – trato de bajar el pizarrón y lo rompió

– tenías que ser Kim – Lua se rascó la cabeza mientras se acordaba de su tío Kim Namjoon

Paso un año dónde no vio a esos chicos lamentablemente se vieron en un mal momento, cuando la prensa descubrió su pasado. Ahora estaba intentando entrar a la empresa de su madre

– ¿Es cierto que eres hija de un mafioso y tus padres no son tus padres? –

– ¿Que pensaba un gran ídolo como Park JiMin al darte su apellido? –

– ¿Tienes vínculos con la mafia?

– ¿Eres una mafiosa?

– ¡Seguridad! – grito con las últimas fuerzas que le quedaban y sonrió aliviada cuando los empleados salieron para ayudarla a entrar – ¡Mamá! ¡Papá! – corrió abrazarlos – no quiero tengo miedo

– papá está aquí y no dejaré que te hagan más preguntas – un Jimin mas mayor la abrazo y acarició su cabello – estoy a aquí para salvarte

– otra vez sueño con lo mismo – se aferró a su camisa como si su vida dependiera de esto – papá

– ven vamos cariño te sacaremos de aquí – tomaste su mano para calmarla – ¡Muchachos! ¡La tienda está cerrada hasta nuevo aviso! ¡Tienen prohibido contestar preguntas quién lo haga será despedido! ¡Los pedidos informen que se atrasaran y se les devolverá un 20% de su compra! – sonrió orgullosa cuando pusieron los candados de las puertas y bajaron las cortinas metálicas – bien muchachos trabajo hasta nuevo aviso,problemas le dicen a mi secretaria o a mi representante

Miro de reojo a ese chico ya era más grande y su rostro lo decía al igual que sus ojos mostraban compasión y tristeza, su pasado del que tanto huía de hacía realidad

Este es mas corto perdón me quedé sin imaginación ¡Tengan paciencia!