Definitivamente el peor día de la semana era el lunes, pero Yoongi sentía que estaba sobrevalorado su odio. El día que más odiaba él era el miércoles porque estaba esa pequeña tortura y placer de estar a mitad de semana, además de que para él siempre eran los días más largos. Su madre no estaba en casa en todo el día y su padrastro tampoco hasta el jueves por la noche debido a su trabajo en el hospital. Pero ese no era el problema, sino el hecho de que las materias que tenía hoy eran pesadas, aburridas y estresantes, y luego de la escuela tenía que ir a un centro de ancianos a hacer algo de caridad, mismo "trabajo" que fue dado por su directora después de haber fumado mariguana detrás de la escuela.
Al parecer, detención ya no era suficiente para él.
Y no es como si pudiese esquivar el centro, ya que iba acompañado por la profesora de arte, quien trabajaba medio tiempo en ese lugar. Fue su idea, de hecho, y de esa manera iba a estar siempre vigilado.
Ahora Yoongi estaba en el baño, encerrado en el último cubículo al final del pasillo. La puerta estaba bloqueada, la tapa del inodoro abajo y él sentado arriba con sus piernas cruzadas. Su mochila estaba sobre su regazo para ocultar su presencia. O bueno, algo así. Tenía un cigarrillo entre sus labios mientras miraba su celular expectante, como esperando algo. No iba a pasar nada, lo sabía. Pero igualmente miraba la pantalla en espera de algún nuevo mensaje de aquella misteriosa persona. Había tenido algo de pánico de contestar, así que no lo hizo, esperando el momento indicado para contarle a Hobi sobre lo ocurrido. Pero seguía pensando por sí mismo, intentando descifrar algo que jamás iba a descifrar.
El humo del cigarrillo, gris y adictivo, subía lentamente en hileras hacia el techo, y el olor bañaba todo el lugar. Y seguramente hacia afuera también.
Digamos que tan escondido no estaba. Pero era lo que menos le importaba.
Su celular vibró y la pantalla se encendió. Al fin había pasado algo con esa máquina, y bufó al ver que era un mensaje de Hoseok nada más.
- Hoba -
donde estas???en el baño, por?
- Hoba -
para saber
estann pregntando por.tiYoongi sentía su sangre hervir al ver lo mal que estaba escribiendo, pero no se quejó.
quien?
- Hoba -
el profeYoongi sonrió antes de apagar su celular y levantarse del retrete. Colgó su mochila en su hombro derecho y abrió la puerta para salir. Había un chico levantándose la cremallera del pantalón después de mear, e hizo una mueca cuando lo vio irse apurado del baño sin lavarse las manos. Yoongi no es exactamente un obsesionado con la limpieza personal o general, pero sí estaba al tanto de que era asqueroso tocarse el pene y después ir tocando a las personas con tu mano llena de meo y pene.
Salió del baño y se cruzó con Namjoon, quien estaba bostezando con los ojos cerrados. El chico casi se cae cuando Yoongi puso un pie en frente suyo, haciendo que sus brazos volaran en el aire y que Yoon se riera en silencio ante la expresión ajena.
—Me cortaste el bostezo, hijo de puta—dijo Nam, parándose recto y mirándolo serio. Bueno, serio pero con algo de gracia, Yoongi podía verlo.
Yoongi rió una última vez antes de empezar a caminar hacia su salón de clases. Namjoon se unió a él inmediatamente, y golpeó su espalda baja en una suave cachetada.
—¿Qué hacías escondido?—preguntó entonces el más joven, guardando sus manos en sus bolsillos.
Yoongi acomodó su mochila sobre su hombro.
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Candy Boy | yoonmin
Fanfiction❛❛ El príncipe, cuando es querido por el pueblo, debe cuidarse poco de las conspiraciones; pero cuando tiene enemigos y es aborrecido, debe cuidarse de todo y de todos. ❜❜ - Maquiavelo. Yoongi odiaba creer en el destino, y saber que este estaba liga...