trois

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La señora Cho estuvo hablándole por alrededor de media hora, pero Yoongi sintió que fueron horas y horas de charla. Tuvo que tomar tres tazas de café puro para no irse hacia el otro lado. Le había contado sobre el nuevo ingresado, al cual no tuvo oportunidad de ver, y algunas peleas internas que tienen los pacientes o residentes. Yoongi escuchaba atento, y recordaba cada anécdota, pero no quitaba el hecho de estuvo por dormirse un par de veces.

El resto de la semana fue bastante caótico teniendo en cuenta de que la escuela en sí era bastante tranquila. La fiesta de Seokjin era el viernes por la noche, así que la gente estaba hablando de lo que se pondrían, Seokjin y sus dos perros haciendo escándalo con el resto de sus amigos, las personas molestando a Yoongi y sus amigos para saber si iban o no... en fin, agotador.

Taehyung también estuvo insoportable esos dos días. No había olvidado lo que Yoongi le dijo sobre estar obsesionado con Jungkook, y parecía querer ignorar su existencia. Aunque no le duró mucho ya que, el jueves por la tarde, luego de detención, se lo llevó para comer un helado y hablar. Lo que no quitó que el viernes, durante todo el día, le recriminara y lo obligara casi a disculparse de rodillas por la acusación. Además de que parecía estar muy nervioso, más de lo que suele estar.

Ahora, viernes por la noche, los cuatro chicos estaban en el auto de Hoseok en camino hacia la gran casa de Seokjin. Ser hijo de uno de los CEOs más importantes de Los Ángeles tenía sus beneficios. Sus padres no estaban casi nunca en casa, y la mansión en Bervely Hills estaba siempre a su disposición. Era el lugar de las fiestas. Enorme, con un patio envidiable. Claramente iban a decidir hacer las fiestas en la casa de Seokjin.

—Es deprimente ir en tu auto Hobi—dijo Taehyung—. Parece que somos los jardineros más que invitados de honor del dueño.

Invitados de honor—bufó Hoseok, girando el volante del auto para doblar en una esquina.

—No te deprimas Hobi, tu auto no tiene nada que envidiarle a las casas—dijo Yoongi esta vez, palmeando el hombro de su amigo, aunque no pudo evitar reír.

—Tengo muchas cosas para decir sobre eso—volvió a decir Taehyung, riéndose y recibiendo un golpe por parte de Hobi, quien estiró su brazo hacia atrás para empujar al menor.

—Ya deja a mi auto en paz.

Estuvieron molestándose entre ellos, Namjoon riéndose de fondo cada comentario, hasta llegar a la mansión de los padres de Seokjin.

Las luces golpeaban intensas contra sus rostros, la música llenaba sus oídos. Y a pesar de que aún estaban en el auto mientras Hoseok buscaba algún lugar para estacionar, podían sentir sus bellos erizarse con la intensidad de la fiesta por fuera.

Cuando al fin bajaron, notaron que sí hacía algo de frío. No era una noche calurosa aun, aunque no estaban muy lejos, pero tampoco era helada. Era un frío aguantable, que podría desaparecer en cualquier momento dentro de la jauría. Miraron la casa y sonrieron, caminando como si fueran un muro de altos y fuertes ladrillos, mientras seguían hablando y molestándose.

Al entrar, la gente de la entrada los miró unos segundos, y hubo un par que se acercaron a saludar. Había un olor a sudor impresionante, mariguana y alcohol, y seguramente algún otro tipo de olor. Yoongi creyó oler algo así como meo humano, lo que hizo que frunciera su nariz y lanzara todo el aire de la nada.

La gente borracha se chocaba contra ellos, la gente aun sobria los miraba tímidamente desde lejos. Pero a los cuatro chicos no podía importarles menos. Ellos sabían que eran conocidos por los grados menores, y también sabían por qué lo eran.

Ellos eran el sueño de cualquier adolescente.

Cuando Yoongi se giró para avisarles a sus amigos que iba a buscar algo para beber, ellos ya no estaban. Intentó buscarlos con la mirada, pero rápidamente los olvidó, achicándose de hombros, y se fue hacia la cocina. El lugar tenía tanto espacio como para mantener alrededor de cuarenta chicos bailando y sin chocarse, aunque la isla del centro sí causaba algo de molestia.

Candy Boy | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora