Capítulo 15. ''Me gustas Al''

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ALICE

Era domingo, y me desperté a medianoche. Estaba sola en casa porqué a que mi madre había tenido que trabajar de noche y mi hermano estaba en casa de un amigo suyo. Me encontraba fatal. Sentía que me iba a desmayar. Llevaba unos días sintiéndome mareada. Cogí el móvil para llamar a alguien, y sin querer apreté el número de Chase en vez de el de mi hermano. Contestó al instante.

-Mas vale que sea importante.

-Si lo has cogido tan rápido significa que no dormías.

-¿Porqué me has llamado Alice? - Dijo sin hacer caso a lo que le había dicho.

-Lo siento quería llamar a mi hermano.

-¿A las cuatro de la madrugada? - Dijo riéndose.

-Es que no me encontraba... - No llegue a contestarle porque me caía al suelo desmayada.

-¿Alice? - Yo ya no escuchaba nada.

Minutos después me encontraste en los brazos de Chase llevándome hacía su coche.

-¿Qué ... qué hago aquí?

-¡Alice! Menos mal que has despertado. - Dijo Chase.

-¿Qué me ha pasado? ¿Dónde me llevas?

-Al hospital. - Y acto seguido escuché como arrancaba el motor.

-No, ya estoy bien. - Dije haciendo un ademán de levantarme, pero Chase se giró y me empujó de vuelta a mi asiento.

-Estás despierta, no bien. Si te has desmayado, no estás bien Alice.

-Pero ... 

-No, te llevaré para que un especialista te diga si estás bien o no.

-¿Mi hermano lo sabe?

-Si, nos espera en el hospital. -Me callé y el comenzó a girar sus manos por el volante para dar la vuelta. Me quedé mirando sus manos fijamente. ¿Siempre han sido así de ... bueno ... geniales? Tenía dos gruesos anillos plateados en la mano derecha y uno igual en la izquierda. Tenía muchos tatuajes que cubrían sus marcadas venas, tanto del brazo como de la mano.

-¿Estás mirando mis manos? - Dijo Chase mirando por el espejito y riéndose.

-Em ... ¿Qué? - Dije volviendo a la realidad.

-Que si estás mirando mis manos.

-No.

-Ya, claro. - Dijo riendo.

Llegamos al hospital y entramos.

-Tenemos que irnos, no tienen tiempo para una tontería como esta. -Dije agarrando a Chase del brazo cuando vi lo lleno que estaba.

-Les pagan por eso Alice. No hemos venido porque te hayas cortado el dedito, te has desmayado, eso es importante. Ven vamos a buscar a Josh. - Dijo agarrándome de los hombros y hablándome a tres centímetros de mi cara. Me giró y nos encaminamos a la sala de espera. - No sabes como me he asustado. -  Eso lo dijo muy cerca de mi oído. El roce de su aliento contra mi piel, me estremeció. Llegamos a la sala de espera y allí nos esperaba Josh. 

-¿Estás bien? -Me preguntó abrazándome.

-Si, y pienso que es una estupidez estar aquí. Los médicos están ocupados salvando vidas, y yo vengo aquí para una posible bajada de tensión que se arregla con unas vitaminas. -Dije dirigiéndome a Chase.

-Alice no empieces. - Dijo él serio.

-¿Alice Morgan? - Nos llamó a la doctora. Todos nos levantamos y nos dirigimos a la consulta.

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