Capítulo 3

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Luego de transcurrir casi una hora, Sadie abrió poco a poco sus ojos y se encontró con JJ a su lado, donde estaba bebiendo un vaso de agua.

—¿Y fueron ustedes? —la escucho hablar a Kie.

JJ la vio incorporarse y rápidamente se acercó y la obligo a volverse a recostar con la cabeza sobre la almohada.

—¿Que paso? —pregunto Sadie con mucho esfuerzo—. ¿Y que hora es?

Preguntó al notar cómo tan solo tenían una tenue luz amarilla, que a penas duras iluminaba la habitación. Se encontraban en casa de Sadie, lo cual ahora más agradable estar allí.

—Hundieron...

—Bueno ya —interrumpió Pope.

—¡Golpearon a Pope! —habló JJ.

Sadie se había quedado mirando a JJ mientras el bebía más agua de la botella, dirigió la mirada hacia Sadie y esta le dio una sonrisa de boca cerrada.

Le ofreció agua, pero ella se negó.

—JJ, no tienes que llevar el arma a donde quiera que vayas —dijo Kie, arrebatandole el agua a JJ.

La conversación transcurrió y Sadie sólo se limitó a oír todo lo que decían. Su cabeza dolía, pero al parecer le habían colocado hielo para que la herida no comenzará a hincharse.

Poco a poco la conversación se fue disminuyendo, trayendo a ella un sueño profundo.

Ya al día siguiente, Sadie estaba más adaptada al lugar donde se encontraba. Aún que estuviera allí, no había olvidado que no pertenecía donde se encontraba.

Al abrir sus ojos, vio a JJ roncar en el suelo, los demás se habían ido de allí. Kie había dejado una nota, donde le indicaba que fuera a su casa por la tarde ya que le daría algunas prendas de ropa.

Sin hacer mucho ruido, Sadie se incorporó y salió de allí con la intención de ir a comprar algún medicamento para el dolor de cabeza.

Se coloco unos pantalones cortos y se dejó la misma remera floreada de el dia anterior. Antes de salir, cuidadosamente sacó los lentes de sol de JJ lo cual estaba en su camiseta, y le pidió que fuera a la cama a seguir durmiendo.

Casi sonámbulo, JJ hizo lo que le ordenaron.

Camino hasta llegar a las tiendas, donde ya habían personas caminando de un lugar a otro.

Llegó a la farmacia y llevó su mano al picaporte de la puerta, donde rápidamente una mano más grande la detuvo antes de abrir.

Sadie levantó su mirada, y se encontró con la mirada cálida de Rafe.

Se quito los lentes y dio unos pasos hacia atrás.

—Necesito pasar —dice Sadie—, ¿Por favor?

—¿Que vienes a comprar?

—Interesante pregunta, Rafe, casualmente vengo a comprar tornillos para juntar las piezas de mi corazón —responde sarcásticamente.

—¿Quien rompió tu corazón? —responde con el mismo tono de sarcasmo.

—Tú —sonrie Sadie antes de aprovechar el momento para correr a Rafe y entrar a la farmacia.

La campanita de la puerta suena y una mujer adulta se asoma, S noto a Rafe entrar tras ella. Sadie pidió alguna pastilla para el dolor de cabeza, lo cual en ese momento Rafe interrumpió para ser él quien paga.

Sadie lo miró mientras fruncia el ceño, tomo las pastillas y salió de aquella farmacia.

Casualmente, Rafe la siguió.

—No quise quitarte de aquel lugar —habló Rafe, mencionando lo que sucedió la noche anterior—. Pero espero que no te haya provocado nada malo

—Tranquilo, Rafe, solo me denucaste y perdí diez litros de sangre.

Él la miró de arriba-abajo y luego siguio caminando.

—Yo te veo bien —agregó.

—No era cierto, no lo decía en serio.

Sacó una de las pastillas de la tableta, y sin siquiera tener algo con que pasarla, se la trago al instante. Guardo las demás dentro del bolsillo de su pantalón.

Sadie freno al momento de darse cuenta que ya había caminado varias cuadras, y Rafe seguía a su lado.

—Ya puedes volver a hacer lo que estabas haciendo —dirigió la palabra, mientras Rafe solo la observaba—. ¿Me oiste?

—¿Que?

Sadie elevo una ceja. Rafe seguía observándola, y luego de unos minutos dirigió la mirada al suelo.

—¿Que te sucede?

—Nada —respondió rápidamente—. Que tengas una linda tarde, S —desordeno su cabello y se fue de allí.

Un perfecto mentiroso (Fanfic: Rafe Cameron) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora