cap 5

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Sango la acompaño al salón respectivo en donde seria la cena, parecia una cena elegante vinedolo asi.

‒ El joven Taisho llegara en cuestion de minutos, puede sentarse- dijo Sango abriendo espacio en la silla para que pudiese sentarse

Era simple para lo que era todo el lugar, la hacia sentir mas normal, se sento en el asiento en el que Sango hizo espacio, comenzo a ver detenidamente todo, era grande, lujoso y elegante

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Era simple para lo que era todo el lugar, la hacia sentir mas normal, se sento en el asiento en el que Sango hizo espacio, comenzo a ver detenidamente todo, era grande, lujoso y elegante. Todo lo que una persna desearia, pero, ella no, ella no deseaba lujos, mas bien se sentia sin valor viendo todo eso tan costoso, el candelabros colgado alla arriba e veia hermoso, las cortinas, las copas, los platos, todo eso era algo a lo que Kagome tenia miedo romper, tenia miedo de que con solo verlos se quiebren.

Paso su vista hacia la ventana que se mantenia abierta, es de noche, la inmersa oscuridad llena el bello jardin siendo alumbradas por el bello brillo de las estrellas que descansan en aquel manto azul llamado cielo que se mantenia oscuro.

Todo en un silencio absoluto, ella no se acostumbraba a eso, los sonidos de su patio la acompañaron por mucho, los parloteos de sus hermanas, los lloriqueos o risas de Sota, su madre cantando, todo eso le faltaba a esa cena, para ella ahora esto seria una simple comida de noche, ella llamaba cena a lo que era conpartir amenamente con sus seres queridos, ahora era una comida nada mas.

Sus pensamientos fueron invadidos por el sonido de pasos y al escuchar la voz de Sango anunciando que ya llego el Joven Taisho.

¡Dios!, era todo un adonis, se veia mucho mejor de lo que creia, estaba como para comerselo a mordizcos, vestia todo negro, y le quedaba bien con su semblante serio, su cabello plateado largo no sabia de el pero se imaginaba que era de familia aunque ese color no es que fuera de lo mas comunes, pero le acentaba bien, su cuerpo se marcaba con aquel traje y en verdad que la dejaba sin cordura, sus ojos con grandes orbes doradas que daban un brillo especial, se centro para no sonrojarse y quedar delatada.


‒ Bueno, espero y que te guste tu habitacion que fue decorada por Sango, ella ayudo en eso- dijo con una gran sonrisa

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‒ Bueno, espero y que te guste tu habitacion que fue decorada por Sango, ella ayudo en eso- dijo con una gran sonrisa

‒ Si es muy bonita- se limito a decir

La prometida perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora