En busca de perfeccionar algo se adentrara a una aventura cual lo llevara a un transcurso de locuras en las cuales se dara cuenta que ella es perfecta siendo imperfecta...
Clases de etiqueta, no entendia como las soportaria, ademas seria un desperdicio igualmente ella terminari haciendo lo que se le de la regalada gana.
Sango la desperto y le llevo su desayuno a la cama, despues de desayunar se lavo los dientes y se dio un baño fresco, peino su cabello, cual dejo suelto por preferencia para despues la tortura del dia, le tocaba ponerse otro de esos incomodos vestios, esta vez como Sango cogio confianza y le puso uno mas elegante, hoo, casi le saca el aire, ese vestido era bonito pero incomodo, ahora su armario estaba lleno de vestidos que habian pedido antes de su llegada, compraron porque se imaginaban de que la prometida desearia algo asi, en este caso ella no lo desea si no es obligada a vestir asi.
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Una vez se lo puso Sango dijo que deveria salir para poder esperar a su tutora, se quedo en uno de los grandes salones esperando, vio todo con asombro, era grande y hermoso, la hacia sentir como hormiga y al igual tenia miedo de romper algo todo eso era caro, no tenia ni una cifra de lo que valia todo aquello, despues de varios minutos sentados aparecio una mujer un poco mas mayor que ella con una cara seria, cabello negro y largo, sus ojos no demostraban albergar algun tipo de sentimiento, se veian apagados y eso era lo que ella no deseaba que pasase con ella quizas el mundo de la clase alta la volvio asi, ella deseaba seguir teniendo vida en sus ojos, se sento alfrente de ella y carraspeo para dar inicio a su discurso.
‒ Buenas tardes, mi nombre es Midoriko, sere su tutora y le enseñare educacion, como reglas de etiqueta para que pueda convertierse en una esposa perfecta.
Otra mas de las ESPOSAS PERFECTAS, seria del monton, ella no queria sin embargo le tocaba aceptar, ciertamente ya varias veces se replanteo superarlo pero todavia no creia lo que pasaba y le era dificil afrontar la situacion.
‒ Mm, buenas tardes mi nombre es Kagome Higurashi- dijo nerviosa
‒ Bueno empecemos desde ahi, siempre debe mantenerse tranquila para poder ser recibida de igual manera, no olvide de que una vez se case usted no se referira por Higurahi sino por Taisho que es el apellido correspondiente de su futuro esposo- dijo con una serenidad impresionante
‒ Claro- respondio ella
Las clases fueron aburridas y al parecer de ella tontas, le enseño como devia comer agraciadamente y elegante delicada y despacio recordando no hablar con la boca llena ni ser ruidosa y siempre utilizar los cubiertos, la clase de como utilizar correctamente los cubiertos era un verdadero infierno, eso parecia una guerra entre ella y los malditos cubiertos.
Kagome VS Cubiertos
en esa ronda los bellos y finos cubiertos que eran mas infinitos que los numeros a su parecer ¿Porque siempre habia una cuchara para todo?, para la sopa, para el arroz, para el cafe, para el té, para el postre y dependiendo de que tipo sea siempre habia una cuchara diferente que para ella era inecesario, ella siempre habia utilizado una cuchara para comer todo, incluso habian todo tipo de tenedore y cuchillos ¿Y donde estaba el cuchillo para matar? porque nesecitaria uno para apuñalarse despues de eso, estaba a punto de hacerlo, las ganas de seguir ahi eran de poca probabilidad. Despues de que la señora Midoriko le enseñase cual cuchara era para cada cosa le pregunto y ella en ese momento tenia ganas de sacar un revólver y dispararse ahi mismo ¿De donde lo conseguiria? no sabia pero de que lo haria lo haria, vio por detras a Sango que le animaba para que pudiese responder y con pesar lo hizo, varias veces se equivoco pero al final logro el cometido, la señora Midoriko le enseño la manera correcta de comer sin parecer cerdo y al final lo logro, despues la manera correcta de sentarse para hacerlo, que devia quedar callada a que solo que le preguntasen algo y no hablara por nada del mundo porque si no estropearia la cena, le indico muchas cosas, le dijo que no devia tocar temas que a ella no le incumbian, que devia decir solo cosas buenas sobre ella y su futuro esposo porque si no un gran lio se armaria llena de rumores y chismes que envolverian a ellos en el circulo de la mala fama, tambien le dijo que ella no debia actuar de manera libertina, deveria ser mas educada y serena para que nadie descubriese que venia del campo que su actitud devia cambiar desde ese dia, pero a ella le importo un comino, ella estaba orgullosa de ser de clase media, porque eran sinceros y nos escondian nada con el temor de que los miren mal.
