1. Porque quiero estar contigo.

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¡Primer capítulo!
Espero que lo disfruten

Marinette

Ya han pasado un par de semanas desde que decidí olvidarme de mis sentimientos por Adrien. Han sido días duros, pero al menos no me han dejado sola mis amigas ni los kwamis.

Entendí que Adrien jamás correspondería a mis sentimientos, ya que él está enamorado de Kagami. Lo entendí desde aquél momento en el que decidí dejarlos solos. Mi corazón se rompió en mil pedazos en aquel instante que lo comprendí, pero he decidido avanzar y dejar todo esto en el pasado, aunque aún no lo he logrado por completo.

En mi pecho se ha abierto un agujero, y en donde solía estar mi corazón solo hay pequeños trozos casi convertidos en polvo, he trabajado duro para cerrarlo y empezar a sanar y considero que he hecho un buen trabajo, aunque aún no lo haya logrado por completo.

Adrien Agreste, ese rubio de ojos verdes ha marcado mi vida aunque no quiera admitirlo. Él fue mi primer amor aunque fue uno imposible, pero me alegro que esté bien y que sea feliz, de que esté con Kagami pues al fin y al cabo son el uno para el otro.

Me encuentro en la cama enredada entre las sábanas mirando hacia el techo, en la misma posición en la que me he encontrado desde hace semanas. Escucho que suena mi teléfono pero lo ignoro, luego escucho que vuelve a sonar de nuevo y repito mi acción anterior. Luego suena uno, dos, diez, diecisiete mensajes de Alya dándome ánimo para salir de la cama, así cómo lo ha hecho muchas veces, pero los ignoro.

Media hora más tarde la puerta de mi habitación se abre violentamente y tras ella entra Alya. Ella me quita las sábanas y tira de mi brazo para que me levante, pero yo me zafo gruñendo.

—¡Marinette! —me reprende y yo me acurruco más en la cama— Marinette, tienes que salir de la cama- suspiró.

—Aún no, Alya. Es temprano.

—¡Son las cuatro de la tarde! —chilla al borde del desespero.

—Sabes que no me refiero a eso —dije en tono neutro y ella asintió.

—Marinette —insistió —¡vamos! Todos nuestros amigos van a ir al parque a hacer un picnic —la miré con preocupación —todos excepto él —aclaró y yo me relajé.

—No creo que sea buena idea —dije mientras me sentaba en la cama.

—¿Por qué lo dices? ¡vamos a estar todos los que te queremos y te apoyamos! —me siguió animando —te va a hacer bien un poco de aire fresco y salir de este encierro —señaló toda la habitación —te va a hacer bien salir con todos tus amigos —se sentó a mi lado y puso una mano en mi hombro.

—No lo sé, Alya —seguí dudando aunque en realidad sí me apetecía salir, ella suspiró.

—Inténtalo ¿está bien? —insistió buscando mi mirada —si no te sientes cómoda regresas a tu casa —la miré y ella sonrió de manera reconfortante —no tienes que durar toda el día ahí si no quieres  —sonreí y mis dudas se fueron desapareciendo hasta que una mayor tomo toda mi atención y preocupación.

—¿Y Luka? —la miré y ella frunció los labios.

—Él sí va a ir —dice sin mirarme.

Entre Tu Y Yo || Miraculous LadybugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora