𝐂𝐔𝐀𝐓𝐑𝐎. 𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄 𝟐: me duele ser un fantasma.

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─ Hmm ─Yoongi no se movió de inmediato, se quedo allí sentado, parpadeando un poco adormilado, y mirando a Jin

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─ Hmm ─Yoongi no se movió de inmediato, se quedo allí sentado, parpadeando un poco adormilado, y mirando a Jin.

Envés de sentirse incómodo, se sentía triste, tanto por el escaso espacio entre ellos como por el silencio que los envolvía, sin dudarlo era el momento y el lugar adecuado para un beso de buenas noches.

─ ¿Lo prendo? ─preguntó en voz baja.

─ Por favor.

Encendió la televisión en el canal de noticias, como hacía cada noche, así SeokJin podía sentarse allí, y estar atento por si daban alguna pista sobre lo que podría haberle ocurrido. Y él se iría a la cama, deseando poder darle algunas respuestas a Jin.

Deseaba un montón de cosas en realidad.

Esta vez fue el tono de preocupación, casi urgente de la voz de SeokJin lo que despertó a Yoongi, nuevamente. Mientras se levantaba aturdido, alcanzó a encender la lámpara de la mesilla con un toque del codo.

─ ¿Jin? ¿Qué está pasando? ¿Qué hora es?

─ Shhh, escucha...

Yoongi escuchó y saltó ligeramente al oír los gritos silenciados seguidos por un ruido sordo en el piso de al lado, como si algo grande hubiese sido empujado contra una pared.

─ ¿Qué está pasando? ─Estaba sentado y rápidamente se frotó la cara con el ceño fruncido.

─ Escuché gritos ─Jin frunció el ceño─. Se ha calmado, pero era una mujer gritando y llorando,... ¿conoces a tus vecinos?

─ En realidad no es ese tipo de barrio, cari- ─Yoongi se detuvo sorprendido y consciente del apodo que iba a usar. Él no hacía uso de palabras cariñosas y nunca había llamado a Jin por otra cosa que no fuera su nombre, aunque algunas veces bromeaba llamándolo "Jinnie", pero era solamente eso... una broma.

Mirando hacia Jin, empezó a ruborizarse, pero entonces la expresión de Jin lo golpeó como una pared. Se veía sorprendido, sí, pero vulnerable también. Este hombre alto, este fantasma, parecía estar atrapado entre una sonrisa nostálgica, y preparándose para la decepción. Como si nadie hubiese estado lo suficientemente cerca como para llamarlo de otra forma que no fuese su nombre.

─ Uhmm... ─Yoongi se salvó de tener que pensar en algo que decir porque un fuerte golpe sonó como si viniera de su propia sala de estar─. Mierda ─empujó los cobertores y se levantó rápidamente, llegando a la sala de estar con Jin siguiéndolo de cerca.─ ¿Cuánto tiempo ha estado sucediendo esto? ─preguntó Yoongi mientras pegaba la oreja a la pared.

─ Sólo unos pocos minutos.

─ ¿Crees que deba ir?

─ ¡No!

Yoongi se sorprendió por la firme respuesta de Jin y se volvió hacia él, temblando ligeramente a medida que, tardíamente, se dio cuenta que sólo estaba en bóxers. ─¿No crees que sea seguro?

el fantasma de mi sofá ; jinsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora