Acordándome de una mariposa

Cap 44 Recuerdos.

Tanto Tengen, Kyojuro, Sanemi y Tomioka se acababan de mudar a la ciudad donde se encuentra la universidad UNAJ, ya que aunque no lo parezcan, eran muy buenos estudiantes, por lo que no tuvieron problema para obtener becas en dicha universidad, Tengen en deportes de velocidad, Kyojuro en gastronomía, Sanemi en deportes pero de lucha y Giyuu para arquitectura, y como un día cualquiera Tomioka llegaba al departamento que estaban rentando, estaba bastante desacomodado pero la verdad no se molestaban en limpiar, aún así decidió esperar a que Tengen llegara.

Una vez llegó Tengen recreó la última plática que tuvo en vida para ver si recordaba algo, pero lo único que obtuvo como respuesta fue.

-Lo siento pero yo no tiro de ese lado Giyuu-

Para evitar malos entendidos tuvo que explicar por qué lo había hecho, pero aún así Uzui se le quedó viendo raro, por que al parecer, decir que tienes recuerdos de alguien de tu vida pasada y estás experimentando con él para ver si obtiene sus memorias, para cuando encuentres a tu ex novia intentar que ella lo recuerde, y que no la has visto por más de cien años, es totalmente raro al parecer.

-¿Está todo bien en casa, Giyuu?-

-Si Tengen, si no, pregúntale a Sanemi, Mitsuri e Iguro-

-No me terminas de convencer-

-Es eso o que creas que soy gay-

(Aclaración no tengo nada en contra de las personas homosexuales, es totalmente normal y no tiene nada de malo)

En ese momento llegaron Kyojuro y Sanemi, el primero con una idea.

Rengoku-¿Les parece si mañana vamos al museo de historia que se encuentra en el centro?, al fin ya solo nos falta una semana antes de volver a clases-

Los otros tres al unísono-Sí, por qué no-en un tono aburrido.

Y tal como quedaron al día siguiente partieron al centro para ir al museo, llegando procedieron a entrar a un gran pasillo que estaban rodeados por trajes de samurais, viendo todas las placas con información, mientras seguían avanzando iban viendo cosas más y más modernas hasta que Tomioka que iba adelante se encontró con algo curioso.

(Ese es mi antiguo haori, y ahí está mi Nichirinto, espera eso son...)-Ey vengan rápido vean esto-Decía llamando a sus amigos.

El primero en llegar fue Sanemi observando como estaba también su antiguo uniforme y espada-Yo pensaba que se habían perdido-

Giyuu-Yo también-

Uzui llega-De ¿Qué están hablan...?-Ve las espadas(¿Eso no era mío?)pensó para acto seguido tener un gran dolor de cabeza-Agh-Se quejaba mientras se arrodillaba y llevaba su mano a la cabeza, híper ventilándose y sudando frío.

Tomioka-TENGEN, ¿Qué te pasa?-

No obtuvo respuesta por unos segundos por lo que se acerca para ayudarlo a levantar pero Uzui se levanto solo mientras se estiraba.

Uzui-Ey aléjate emo vengador, no quiero que me contagies de tu mariconeria, no funcionará otra vez-

(¿Me acaba de volver llamar emo vengador?, pero no me llamaba así desde...)pensó Tomioka cuando es interrumpido nuevamente por Tengen.

-Estoy de joda, acércate igual que se acerque el perro rabioso-Decía Uzui refiriéndose a Giyuu y Sanemi, mientras habría los brazos-No muerdo acérquense-Decía abrazándolos.

Sanemi-¿Recordaste todo?-

Tengen-Si, ahora veamos si recuerda el señor dona-

Giyuu-Si, hay que esperarlo fue al baño-

A la hora de que regreso Rengoku al ver su antigua vestimenta le pasó lo mismo que Uzui, recuperando la memoria.

Tras la visita, Tomioka tenía cierta sospecha por lo que decidió hacer una recreación del haori de Sabito ya que había aprendido a tejer en su anterior vida por la réplica del haori de Shinobu, en esos seis días que tenían antes de entrar a clases, lográndolo crear un día antes y mandándole una foto, teniendo una conversación algo rara pero al fin y al cabo Sabito había recuperado la memoria, eso provocó una nueva interrogante, ¿Por qué Iguro y Mitsuri habían obtenido sus recuerdos con una plática y el resto viendo objetos de su vidas pasada?, pero no tuvo mucho tiempo para pensar en eso, ya que tenía que comenzar clases la próxima semana.

Ese día todos se habían levantado temprano, mientras que Kyojuro preparaba el desayuno, los demás se aseguraban de tener todos los materiales y las mochilas listas, también asegurándose de que Rengoku tuviera todo, para salir en las motos de Giyuu y Sanemi, una vez habían terminado de almorzar, salieron y aceleraron para no llegar tarde a la bienvenida en el auditorio, donde el director dio una plática bastante aburrida, una vez terminada la plática, Tomioka tuvo que salir corriendo para llegar a tiempo a su salón que estaba prácticamente al otro lado del campus.

Mientras corría a todo gas, digo, digo bien rápido y furioso, a mitad de camino vio algo que hizo que desviara su mirada a la izquierda, acababa de ver el broche de una mariposa y estaba amarrado a un cabello bastante largo de color negro pero con aquellas puntas moradas que conocía tan bien , en ese momento, su corazón empezó a latir como loco, bombeando sangre por todo su cuerpo para que pudiera correr lo más rápido que pudiera, pensando(Te encontré Shinobu, por fin te encontré) pero al llegar no vió a nadie-Tal vez ya empecé a ver cosas por tu culpa Shinobu-Se decía a sí mismo Giyuu bastante decaído con una sonrisa en el rostro mientras decía-algún día te volveré a encontrae, te lo prometo-para reanudar su camino a toda velocidad.

Pero lo que no sabía es que las palabras de Giyuu habían sido escuchadas por otra persona.

(¿Cómo ese chico sabe mi nombre? y ¿Por qué me persiguió?)pensaba una agitada Kocho que estaba en la puerta de la zona de medicina(Me voy a tener que empezar a cuidar).

Tras el día de clases Tomioka apenas pudo prestar la atención necesaria para tomar apuntes, ya que su mente estaba totalmente en otro lugar haciendo bocetos de aquella mariposa que inundaba su cabeza, ya había tocado la hora de marcharse por lo que tomó sus cosas y salió, pero vio algo que hizo que sus ojos se dilataran, su respiración se empezara a poner pesada, mientras sus pies empezaban a andar por si solos, mientras habría sus brazos sin pensarlo muy bien, dirigiéndose hacia aquella chica de cabello negro largo con las puntas moradas y los ojos amatista, prácticamente corriendo como hace mucho no corría, estando seguro de que era ella, por fin la había logrado ver nuevamente y estaba a punto de abrazarle.

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Nos vemos en el próximo capítulo.

Escuchen bacilos.