DUCHA

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Entre intentando hacer el menos ruido posible, no quería que me vieran llegar así aunque necesitaba hablar con Pili urgentemente me esperaría hasta mañana, mire por la ventana del salón que daba a la calle y vi el coche de Pucho aún aparcado, me dolía verlo mal pero no debía pasar esto por alto o me tomaría por imbecil, debía enseñarle que me podía perder, a los pocos minutos Pucho arrancó y se fue, subí a mi cuarto agotada y con dolor de cabeza, me tire a la cama rendida.

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La alarma sonó a las 8:30 llegaba tarde a clase, me di una ducha cogí lo primero que vi en el armario y salí sin desayunar

—MIERDA!— sorpresa el coche no estaba...seguía aparcado en el hotel de Pucho, como podía ser tan estupida? si ya iba tarde ahora llegaría a segunda o incluso tercera, corrí hacia la parada del bus, por suerte llegó poco después

Espere a que se acabara la primera hora para entrar, que me estaba pasando yo jamas faltaba o llegaba tarde, no me reconocía

—que te ha pasado? menudas ojeras me llevas— se rio Carlos mientras me observaba sentarme torpemente

—nada— dije cortante

—ay perdona, estás muy rara últimamente, bueno eso cuando no llegas tarde claro— dijo con un tono y se giró a hablar con los demás, me quede petrificada, no necesitaba que alguien más me dijera lo jodida que estaba ahora mismo, le ignoré, mire al sitio de Albert y allí estaba como de costumbre, le necesitaba tanto...

Las clases se me hicieron eternas sólo quería llegar a casa y quedarme debajo de la colcha todo el día, soy bastante sensible y obviamente estas situaciones me afectan, había estado ignorando los mensajes de Pucho toda la mañana y así pensaba seguir, estaba enfadada mas que dolida

—podemos hablar— pare a Albert antes de que saliera del aula

—no puedo, he quedado— intento esquivarme pero no le deje

—por favor...es importante— no dijo nada por unos segundos que se hicieron eternos

—esta bien— suspiro, empezamos a caminar juntos en silencio hasta la entrada

—en realitat no he quedado creo que se me había olvidado lo insistente que puedes llegar a ser a veces— nos reímos, la tensión bajo

—por que no has contestado a mis llamadas?— pregunté parándome en seco

—no me sentía preparado para hablar contigo— me miro para luego mirar al suelo

—lo estás ahora?— el asintió con la cabeza —bien porque no quiero perderte, odio que estemos así nunca habíamos estado tanto tiempo sin hablarnos...me haces mucha falta Albert— le cogí de la mano intentando no llorar

—lo se, he sido un gilipollas no supe que hacer con lo que sentía...lo siento— sonreí al ver al Albert de siempre, nos abrazamos a pesar de todo siempre le tendría a el

Decidí no contarle nada sobre Pucho por ahora, no quería añadir más tensión a nuestra relación, nos acabábamos de reconciliar, cogí el bus dirección Sanes.

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—hasta que apareces, donde has estado?— dijo mi padre desde la cocina

—trabajando, ya sabes— puse una sonrisa falsa

—mmm esa cara no es de cansancio, que te pasa— dijo secándose las manos para venir hacia mi, a el no podía mentirle, siempre habíamos estado muy unidos, desde que tengo memoria el siempre ha estado ahí pendiente por si me caía, y cuando lo he hecho el me ha ayudado a levantarme y seguir a adelante, teníamos un vínculo muy fuerte, de peque solía irme en moto con el por la mañana y llegábamos por la noche, siempre me aplaudía al cantar incluso si no lo hacía muy bien y me animaba a seguir practicando, era el millor pare de l'món.

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