Eterno
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Dicen que el primer amor nunca se olvida, y es verdad, siempre llegan a la mente los recuerdos que ya dabas por olvidados, siempre llega uno que te hace sonreir como un tonto, provocando un leve escalofrio y un sentimiento de confución, te preguntas: ¿qué haces en mi mente?, ¿por qué después de tanto tiempo viene ese recuerdo?, y es que uno nunca sabe si quien los manda es el corazón o en realidad es la mente.
Y no digo que recordarlo sea malo, nunca es malo recordar como te sentias al ver a esa persona, como se te aceleraba el corazón de tan solo escuchar su nombre, recordar las de veces que pensabas, soñabas y sonreias inconsientemente.
Es como si algo dentro de ti se removiera formando un gran desorden, es como si sintieras el mismo revoleteo de mariposas, y por más segura que estuvieses de ya no amarlo siempre causa algo, algo inexplicable.
Sin duda el primer amor nunca se olvida, se queda ahí, dentro de ti en algún lugar pequeño de tu corazón, y se queda en tus recuerdos como un tutuaje en la piel, eterno.
