>> Hinata Hyūga lleva apenas un año casada felizmente con Naruto Uzumaki, ella sabe que la única persona en su corazón es el rubio, pero ¿Que pasa cuándo llega un visitante inesperado a pasar unas vacaciones en su casa?
>> Sasuke Uchiha es el enigm...
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︶꒦꒷𝒯𝓇𝑒𝓈: 𝒩𝑜 𝓈𝑜𝓃 𝓂𝓊𝓁𝓉𝒾𝓉𝓊𝒹. ꒷꒦︶
La mañana siguiente empezo como cualquier otra, estábamos en la cocina, habíamos terminado de desayunar y me encontraba lavando los platos.
De pronto Naruto me sacó de mis pensamientos.
-¿Cuándo tienes cita con el médico?
La pregunta de Naruto me dejó atónita.
-No he pedido cita.
Los dedos se me resbalaron en el agua jabonosa y los cubiertos se me cayeron dentro del fregadero. Me lavé las manos y me giré hacía él para quedar frente a frente, después terminaría de fregar los utensilios de la cocina.
-¿Vas a hacerlo?
Lo miré.
-He tenido muchas cosas que hacer.
Se encogió de hombros y aceptó mi respuesta como si tuviera todo el sentido del mundo, aunque no lo tenía.
-¿Por qué? -pregunté-¿Tienes prisa?
Naruto sonrió.
-Pensé que querías empezar hacer familia. Quién sabe. A lo mejor acabamos de hacer un hijo. Anoche.
Muy poco probable.
Me reí delicadamente.
-¿O te parece mejor en la cocina? A lo mejor resulta ser una buena cocinera. - Añadió.
-O cocinero. Los chicos también pueden ser buenos en la cocina.
Le lancé un puñado de espuma de jabón.
Naruto se sacó brillo a las uñas contra la camisa. -Sí, igual que su padre.
-Ya lo creo, sería experto en ramen instantaneo.
Antes de que pudiéramos explayarnos en las inexistentes habilidades culinarias de Naruto, sonó el teléfono.
Automáticamente alargué el brazo para responder. Naruto aprovechó mi distracción para hacerme cosquillas en los costados.
Me faltaba la respiración de tanto reír cuando respondí por fin.
-¿Diga?
Silencio al otro lado.
-¿Hina? preguntaron al fin.
Me protegí de las manos juguetonas de Naruto mientras respondía:
-¿Sí?
-Hola, Hina. — dijo una voz honda, grave, seductora. No sabía quién era.
-Sí —repetí, insegura, nadie me decía Hina, más que Naruto.
