Part. 7

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︶꒦꒷  𝒯𝓇𝑒𝓈: 𝒩𝑜 𝓈𝑜𝓃 𝓂𝓊𝓁𝓉𝒾𝓉𝓊𝒹

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꒦꒷  𝒯𝓇𝑒𝓈: 𝒩𝑜 𝓈𝑜𝓃 𝓂𝓊𝓁𝓉𝒾𝓉𝓊𝒹.  ꒷꒦︶

Salí de casa temprano, ayudar a Temari con la organización de su boda, me había servido de escapé por hoy, para no tener que pasar el día entero en casa a solas con Sasuke.

Para cuando volví a casa Sasuke no estaba.

A quien si encontré en la cocina buscando algo de comida fue a Naruto.

—Hola. ¿Qué haces en casa tan temprano? —le rodeé el cuello con los brazos.

—No tenía mucho que hacer en la oficina, Shikamaru ha estado cubriendo todo el trabajo, parece que quiere ganarse esos días de permiso para su luna de miel.—dijo rozándome los labios con los suyos—Hola.

—Hola —contesté entre risas.

Naruto puso las manos en mi cintura y después las bajó hasta mis nalgas.

—Estoy hambriento.

—Te puedo preparar algo para comer... —no terminé la frase. Naruto ahogó mis palabras con un apasionado beso.

—Sé exactamente lo qué quiero comer.—dijo al tiempo que deslizaba la mano
entre mis muslos.

En cualquier otra situación habría accedido, pero en este momento no, lo aparte de mí.

—Si quieres comida puedo hacerlo. Si quieres otra cosa...

—Quiero otra cosa —me agarró nuevamente y me estrechó contra su cuerpo.

Noté que estaba excitado debajo de sus pantalones. Aún así yo no cedí.

—Te he dicho que no, Naruto.

Captó el mensaje. No me soltó, pero dejó de apretarme.

—¿Qué pasa?

—No pasa nada, pero no podemos hacerlo en la cocina. Por si se te ha olvidado, tenemos a Sasuke de visita y puede llegar en cualquier momento.

Estaba dándome la vuelta para irme cuando Naruto me agarró por la cintura otra vez y me estrechó fuertemente contra su cuerpo. Acomodó la barbilla contra mi hombro, su erección contra mi trasero y sus manos abiertas sobre mi vientre.

—Así será más excitante —me susurró—Además, escucharemos cuando llegue. Llevo todo el día pensando en ti.

—¡No! —exclamé intentando mostrarme firme, pero sus manos habían empezado a moverse otra vez. Me cubrió un pecho con una, mientras me frotaba el costado con la otra—Naruto, no... Imagina que no lo escuchemos y nos vea en pleno acto... Sería terrible.

—¿Por qué te parecería tan mal? —su tono de voz había adquirido un tono
seductor, ése que yo conocía muy bien, el que utilizaba para convencerme para que hiciera casi cualquier cosa.

Tres: No son multitud. | NaruHinaSasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora