Capítulo 1

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No podría estar más feliz, Bakugou y yo estamos saliendo.

Exactamente como creen.

El competitivo, orgulloso, explosivo, terriblemente sensual y asombrosamente adorable, Katsuki Bakugou, era mi novio.

El principio de todo fue desastroso.

Cuando al fin con un tartamudeo muy poco masculino junte el valor para decirle: "– Me gustas Bakugou ¿Saldrías conmigo? ". Lo único que conseguí a cambio fue una enorme explosión que me mandó a volar a más de dos metros de distancia.

Por suerte activé mi Quirk con rapidez, así que no recibí ningún daño grave, bueno, además de mi corazón.

Mucha más suerte fue cuando el rubio tocó mi puerta esa misma noche. Espero nunca olvidar sus sonrojadas mejillas destacando contra sus masculinas palabras mientras me decía que podíamos salir. No tardé mucho en saltar emocionado a su encuentro al escucharlo, aunque me gané un par de insultos en el camino, valió la pena.

Y de esa forma, el milagro había ocurrido. Bakugou y yo estamos saliendo.

Las primeras semanas fueron tensas.

Ninguno de los dos sabía bien cuál era la correcta forma de actuar, casi ni sabíamos cómo hablar entre nosotros. Saludarse era extraño, vernos en nuestro tiempo libre se sentía casi forzado, encontrarnos para estudiar o para entrenar era mucho más tenso que nunca.

Pero, aun así, aun cuando las palabras no salían con naturalidad como antes, cuando había más silencios incómodos, o cuando manteníamos más distancia que nunca, no podía estar más feliz. A cada una de nuestras acciones las rodeaba un cálido aire. Tan cálido que llegó a derretir la muralla que nos separaba.

Ya sabía que Bakugou era increíble, por algo me había confesado, sin embargo, nunca creí que iba a poder descubrir tantas cosas nuevas de él.

Nuestra primera cita es un gran ejemplo.

En un intento de eliminar la incomodidad de estar repentinamente en una relación, le pedí que fuera conmigo a ver una película. Nada fuera de lo normal, antes de ser oficialmente novios habíamos salido juntos un par de veces, pero ahora era totalmente diferente.

Bakugou aceptó, así que juntos, llenos de nervios, fuimos al cine a ver algo de acción y comedia. A ninguno de los dos nos interesaba en particular esa película, era toda a idea de "cita" lo que nos emocionaba.

Ya enfrentando la pantalla, había una decisión que tenía que tomar.

La mano de Bakugou descansaba en el apoya brazos junto al mío, era tentador agarrarla. Pero mis ansiosos pensamientos no me dejaban en paz.

Tal vez no era tan mala idea. Pero, tal vez no era el momento adecuado. Tal vez Bakugou se enojaría, o peor le disgustaría. Tal vez Bakugou era el tipo de chico que nunca se agarraba de las manos.

Mi cabeza no dejaba de dar vueltas mientras miraba la mano del rubio como un tentador y grave riesgo, hasta que Bakugou habló.

- Deja de mirarla y agarra mi mano de una maldita vez – dijo en un rudo susurro sin despegar sus ojos de la pantalla con un sonrojo difícil de ver por la luz decorándole las mejillas.

Su respuesta me sorprendió, él era tan masculino, tan adorable. De un movimiento agarre su mano con un decidido apretón.

Desde ese momento en adelante, no volví a dudar en juntar su mano con la mía.


Otro gran paso para nosotros, donde aprendí más acerca del explosivo rubio, fue nuestro primer beso.

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