3

25 1 1
                                    



Odio esta mierda.

-Calvin!- Mire a la dueña de esa chillona voz, ya era la séptima vez que venia en estas dos semanas. -Me puedes cobrar de una vez- Agarre el libro que tenia en la mano, mas bien se lo arranque, y escanee el código.

-Seria $59,99- Dije rápidamente el precio, solo quiero que se vaya. -Va a pagar en efectivo o con tarjeta?- Ya ni siquiera intento ser amable, esta chica me estaba volviendo loco.

-No puedo pagar con.... otra cosa?- Vi como se bajaba uno de los tirantes de su vestido, como respuesta hice una mueca de asco.

-No, efectivo o tarjeta- No quiero que me den otra advertencia así que intento mantenerme al margen. -Si no vas a pagar deja el libro y retírate, hay muchas personas que si vienen a comprar, no a intentar tener sexo- Sentí mis dientes rechinar con la ultima frase, si no se larga la voy a sacar yo mismo.

-Quédate con el asqueroso libro- Se notaba que estaba enojada y también se notaba que me importaba muy poco lo que decía, creo que eso ultimo fue lo que la enojo mas. -Los voy a denunciar y voy a hacer que tiren esta librería abajo- Grito haciendo que todos los demás clientes la miren, ella me miro con enojo por ultima vez y se fue moviendo exageradamente sus caderas, una ridícula.

-El siguiente!- Exclame sin darle importancia a lo que acababa de pasar, desde el día que empecé a trabajar aquí esa mujer no ha dejado de venir y se notaba lo que pretendía, era realmente molesta con sus coqueteos estúpidos y sus insinuaciones sexuales, estaba harto de ella.

.

Por fin llegue a casa, necesito tomar un café y dormir, debería cenar pero no tengo las fuerzas suficientes como para prepararme algo. Deje las llaves sobre la mesada que dividía el living de la cocina y tire mi bolso al sillón, odio ese sillón. Me gire para poder ir a la cocina, saque el café de una de las gavetas de arriba y busque una taza, mis ojos fueron directamente a esa taza, la agarre con delicadeza, pase mi dedo por las letras que tiene grabadas, primero por la C y luego por la L, que estúpido soy, deje la taza donde estaba y agarre otra.

Ya con el café listo me dirigí a mi habitación, deje la taza sobre la mesita de noche y me senté en la cama, encendí la televisión y deje el primer programa-no-mediocre que encontré, intente concentrarme en lo que decía la presentadora del show pero en mi mente solo podía estar el. Recuerdo el calor que emanaba su cuerpo, el tacto de su piel, cada peca que se encontraba en su rostro, sus labios, su dulce voz, la forma en la que decía mi nombre, el como me recibía cada vez que volvía del trabajo, sus caricias delicadas, el olor a vainilla combinado con chocolate que tenia su cabello, sus ojos tan brillantes como las estrellas... mierda en que puto momento empecé a pensar en el, mis pensamientos eran tonterías cursis.

Odiaba todo esto, odio toda la situación, odio sentirme así pero lo que mas odio es no poder odiarlo a el.

"-Buenos días!- Sentí unos brazos rodear mi cintura a lo cual sonreí, sabia que era el.

-Que haces despierto tan temprano? Deberías ir a dormir, ayer te quedaste hasta muy tarde con la letra de la nueva canción- Me gire para corresponder el abrazo y darle un beso en la frente.

-Quiero desayunar con mi novio, eso esta mal?- Puso una adorable expresión la cual hizo que no pudiera evitar besarlo. -Mmm me preparas un té?- Creo que podía quedarme así para siempre, solo mirando sus hermosos ojos y sintiendo su calor.

-Claro que si- Le di un beso rápido pero suave para volver a girarme y empezar a hacer su té, el me soltó y se fue a sentar en el sillón."

Estúpido sillón de mierda, estúpida taza, estúpido... yo. No se en que momento paso pero otra vez estoy llorando, pero no lloro por el si no por mi, por creer que es mi culpa, por pensar que el hizo lo que hizo porque nunca fui suficiente ni como persona ni como novio.

El ruido de mi celular me saca de mis pensamientos, limpie rápidamente mis lagrimas y agarre el aparato ese, me estaba llamando un numero desconocido, seguramente de esas compañías estúpidas que llaman para ofrecer promociones, mi día iba de mal a peor.

-¿Quien es y que quiere?- Ni siquiera espere a que dijeran algo.

-Ho-hola.. es usted Calvin Baolie?- Una voz masculina y aguda se escucho, sonaba algo asustado.

-Si, soy yo- Conteste secamente, si es una maldita promoción voy a mandar a la mierda a este tipo.

-Soy Diego Fulgur de la banda The Riots- Mi enojo calmo un poco al escuchar que hablaba sobre una banda. -Te llamábamos para decirte que quedaste para el puesto de baterista- Una sonrisa se hizo presente en mi rostro, mi día de mierda mejoro con solo una frase. -Tendremos un ensayo el jueves a las 15hs, ahora te enviare la dirección por mensaje, este es mi numero- Diablos olvide como se llamaba.

-Eh si, bueno... gracias por aceptarme en su banda y eso..- Es raro tener que agradecer pero.. ¿No deberían agradecerme ellos?

-No agradezcas.... n-nos vemos el jueves!- Colgó el cobarde, pero no me podía importar menos.

Estoy inmensamente feliz, volver a tocar en el escenario me haría muy bien, necesito algo que me distraiga y la batería siempre fue la mejor forma. También volveré a ver a ese castaño, esto era lo que necesitaba. Apenas me llego el mensaje con la dirección agende al chico como "rubio teñido" (ya que por descarte deducía que era el rubio quien me llamo) y me puse a buscar el lugar para ver alguna forma de llegar rápido, por suerte no quedaba lejos de mi departamento.

Me tome rápidamente lo que quedaba de café y me levanté de la cama, necesitaba ponerme a practicar lo antes posible, faltan dos días para el jueves y quiero estar preparado para lo que sea que me vayan a pedir. No me voy a dejar caer nuevamente por la misma piedra, tengo que apartarlo de mi camino y seguir con mi vida tal y como lo hizo el.

The Other VoiceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora