Las crónicas mágicas: el regreso del verdadero descendiente

capítulo 36

Capítulo 36: ROTD 36: En el expreso

La semana había pasado rápidamente y Harry había pasado la mayor parte de su tiempo empuñando su espada e intentando blandir ataques ilusorios básicos. La mañana que pasaría en la Sala de los Menesteres, practicando magia de batalla y Transformaciones. Después del almuerzo, Salazar le enseñaría la teoría de la magia ilusoria que luego se convertiría en práctica hasta altas horas de la noche. Una vez que terminaba el día, usaba el volteador de tiempo y pasaba el día nuevamente leyendo e investigando sus lecciones en la biblioteca de la Cámara y practicando magia mental. La semana doble había volado más rápido de lo esperado ya que Harry se volvió cada vez más hábil en las artes mágicas. De vez en cuando, su mentor le daba una caja protegida y le decía que identificara y averiguara las debilidades de las protecciones aplicadas mediante la detección mágica.

Era el día en que se suponía que los estudiantes regresarían a la escuela. Las vacaciones habían terminado y Harry estaba anticipando el regreso de Daphne a Hogwarts.

"Supongo que quieres volver, solo para volver en el Express."

Harry asintió. "Bien. Mantendrá tu ilusión de que no estabas."

"Todavía no me has enseñado la teoría de la aparición." Comentó Harry.

"Trabajaremos en eso muy pronto. Quería que comenzaras con Illusions lo más rápido posible. Era de la más alta prioridad".

"¿Por qué?" Preguntó Harry.

Salazar no respondió.

¡Excelente!

"Supongo que te veré aquí abajo, no antes de mañana por la noche." Ante el asentimiento de su mentor, levantó su anillo, el que siempre usaba como traslador de un lado a otro de la Cámara; supliendo la intención susurró, "opus". Con el familiar tirón de su ombligo, el traslador se lo llevó rápidamente.

Daphne Greengrass estaba en la estación de Kings Cross, esperando fuera de la barrera con su familia. Estaban esperando a que su prometido Harry Potter viniera y se uniera a ellos y, como era de esperar, llegó tarde. Estaba furiosa por haber perdido la apuesta con Tracy de que Harry llegaría tarde y tendría que pagarle cinco galeones. No hace falta decir que cuanto más demorara Harry, más perjudicial tendría el efecto en su vida. Sus amigos se habían adelantado, buscando asientos y, curiosamente, ella tuvo que quedarse atrás, esperando al Sr. Chico-que-vivió retrasado.

Harry apareció en un callejón estrecho al lado de la estación, con un pop silencioso. No estaría bien que la gente supiera que estaba usando un traslador no autorizado. Aplicando rápidamente un encantamiento de expansión silenciosa, agrandó su baúl y tiró de él hasta el interior de la plataforma. Al encontrar a Daphne y al resto de su familia extendida, se acercó a ellos y les deseó. Daphne le sonrió hermosamente pero había cierta rigidez en su consternación que hizo que Harry desconfiara de ella. Se acercó a ella y le dio un suave abrazo. Daphne lo abrazó a cambio y susurró: "Me perdiste cinco galeones. Pagarás por eso Potter". Harry negó con la cabeza en silencio, sabiendo que era lo mejor que podía hacer. Una Daphne Greengrass enojada no era buena para nadie.

Sentado en el lado de la ventana, Harry viajaba de regreso a Hogwarts con sus amigos. Su prometida estaba sentada a su lado, con los brazos entrelazados con los de él, un asunto por el que tuvo que soportar muchos abucheos y burlas de sus amigos; Tracy y Susan se sentaron junto a Daphne. En el lado opuesto, Neville se sentó, junto con Blaise, Theo y Hannah. Antony se había ido a sentarse con sus amigos en Ravenclaw y Hermione no estaba por ningún lado. No es que Harry extrañara mucho su presencia; todavía le costaba creer que Hermione hubiera recurrido a confundirlo usando una poción de amor. Había construido una amistad informal pero saludable con mucha gente de las cuatro casas, pero era este grupo de siete personas con el que estaba más cerca. Por supuesto, todos dentro del grupo sabían sobre Harry ' Su estatus como Lord Slytherin (sin mencionar las muchas bromas de Lord que tuvo que soportar por eso) y también sabía que él y Daphne estaban comprometidos y claramente tenían sentimientos profundos el uno por el otro. Incluso para Daphne, parecía casi un milagro que Harry se hubiera ganado su corazón, alguien que era conocido por su naturaleza fría y solitaria. Todo volvió a una de sus conversaciones que tuvieron en el pasillo del tercer piso, donde a menudo se reunían en secreto y pasaban tiempo juntos.