Enemigos

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—Sarada, levántate o llegaras tarde. —Sakura estaba terminado el desayuno e intentando arreglar su cabello.
—¿Que haces? —Sasuke apareció por la cocina, dándole una mano con la tetera que comenzaba a hervir.
—Intento terminar de prepararme, debo estar en la escuela de Sarada en 40 minutos, y aún no se que ponerme.
—No te preocupes Sakura, yo iré.
—No, ya casi estoy. Tú descansa. —Recién en ese momento notó que su esposo estaba vestido con su ropa ninja. —¿Tienes misión cariño?
—¿Lo olvidaste?
—Creo que si, lo siento. Ahora te preparo una vianda.
—Voy al colegio de Sarada, ¿Para que necesitaría eso?
—¿Ah? Pero... Oh, ya entiendo, gracias Sasuke-kun. Voy a despertar a Sarada.—Sasuke estaba muy confundido, su esposa era muy rara.
Iban en la calle los tres juntos, uno a cada lado de la niña.
—¿Y porque vienen los dos? —Preguntó Sarada extrañada de la situación.
—Es el día de padres e hijos.
—Y madres, recuerda que algunos niños van con su madre, como Sarada. —Sakura acotó levantando en dedo indice.
—No, yo voy al colegio de Sarada. —Sasuke se paro en seco.
—Anata no, voy yo. Debemos hablar de nuestras profesiones y por eso traje mi bata del hospital.
—Yo voy a representar a Sarada, anoche lo hablamos.
—¡Claro que no! Solo te contaba porque iba a venir yo Sasuke-kun.
—Yo no fui nunca, tengo derecho a ir.
—Y yo tampoco, es la primera vez que lo hacen. —Ambos se miraban desafiantes.
—Bueno, tampoco es que son enemigos, pueden ir-
—Tienes razón Sarada, hoy seremos enemigos Sasuke-kun, el primero que llegue a la academia entrara a la clase.

—No competiré contigo Sakura, eres mi esposa.
—Pero también soy una shinobi cómo tú, ¿Te olvidaste de nuestros años en la academia? —Sasuke solo suspiró y asintió, es imposible discutir con esa mujer. —Bien, sin jutsus, solo correr. Sarada, tú lleva mi bolso.
—Mamá, no es necesario, de verdad...
—¿Lista Sakura? —Sakura asintió y ambos comenzaron a correr, dejando a una Sarada completamente roja por la vergüenza, y gente al rededor confundida. Fueron por caminos diferentes, pero cuando estaban a punto de llegar Naruto y Hinata se interpusieron.
—Sakura-chan, Sasuke. ¿Porque tan apurados?
—Naruto, eres un idiota. —Sasuke habló intentando recuperar el poco aire que necesitaba.
—¿Entonces gané Sasuke-kun?
—No Sakura, fue un empate. —Naruto los miraba confundidos, pero antes de que pregunte que sucedió, apareció Konohamaru.
—Hola a todos, veo que vinieron muchos padres, pero lamentablemente el evento se suspende. Shino tuvo que irse de misión y yo no tengo el itinerario de la clase especial así que solamente entran los niños.
—Adiós papás. —Sarada entró sin mirarlos demasiado, y Naruto se acercó a saludar a Konohamaru.
—¿Entonces corrimos sin motivo?
—Fue divertido ser enemigos por una vez, ¿no crees Sasuke-kun?
—Eso creo... —Sakura se acercó a su esposo para darle un muy pequeño beso.
—¿Vemos quien llega primero a casa? —Y dicho esto comenzó a correr, siendo seguida por su esposo, parecían dos adolescentes

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