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Ron escuchó los gritos de la chica y rápidamente fue con ella.

-Por qué lo ha hecho!? Conteste! Por qué lo ha hecho!?- gritaba ella al hombre que sostenía un palo.

El pelirrojo miró a Zeus quien seguía llorando, estirando en el suelo mientras Avery intentaba curarlo, sin embargo nada podía hacer.
-Por qué ha agredido a ese perro!?- le preguntó furioso.

-Yo... el perro me atacó!- se excusó el hombre.- Una criatura como esa debería estar muerta.

Avery se levantó y se lanzó sobre el hombre intentando pegarle.
-Es un asesino! Ha matado a un ser vivo!- le gritaba ella salida de control.

Ron se acercó a ella también llorando para sujetar a la chica.
-Avy, por favor, detente.- le dijo este.- Detendré a este hombre, pero no le hagas nada.

Avery volvió con Zeus quien ahora ya no respiraba. Ni lloraba. Se había ido.
-No... no... Ron no puede pasar, no...- dijo ella llorando a su lado mientras lo abrazaba.- Zeus... soy yo, soy Avery... tu dueña... por favor...

El pelirrojo abrazó a la chica con fuerza intentando separarla del animal.
-Por favor, Avery.- le decía este también llorando.
-Lo ha matado, lo ha matado... h matado a Zeus, Ron, ha matado a Zeus.- dijo ella casi sin poder respirar.

En ese momento, Harry junto con Ginny aparecieron al escuchar los gritos.
-No, no... mierda.- dijo la pelirroja corriendo donde se encontraban ellos.

-Zeus...- decía la chica más nerviosa aún, sintiendo que le faltaba su fiel compañero. Sintiéndose muy sola, aunque tuviera a Ron abrazándola.

El azabache paró al hombre que acababa de matar al perro y lo detuvo, sacándolo de ahí.

Ginny lloraba, viendo al animal que yacía en el suelo. Era una sensación horrible, sintiendo los llantos de dolor puro de la chica.

Era desgarrador, los llantos de Avery podían romper a alguien por dentro. Y admiró a Ron en ese momento por ser tan fuerte.
-Zeus, zeus no está.- decía ella llorando mientras se aferraba al pelirrojo quien también lloraba silenciosamente.

Al rato, llegaron los gemelos quienes también se sorprendieron al ver esa imagen tan triste delante de ellos.
-Chicos...- dijo Fred.- Será mejor que lo llevemos a otro sitio.

Ron y Ginny intentaron levantar a Avery quien aún seguía en shock, aún sin poder creerse que esto estaba pasando.

No a ella. No a Zeus, por que?
-Avy, vamos, estoy aquí.- le decía el pelirrojo intentando que ella reaccionara.

La chica solo vio como los gemelos llevaban en cuerpo de su perro de allí, seguramente para que los bichos no empezaran a comérselo.
-Mi pequeño, no está. Él no está.- dijo ella de nuevo empezando a llorar en el pecho de Ron.

Zeus, Zeus ya no estaba más con Avery y Ron. Aunque estuviera viejito, le quedaban años de vida, que ahora no podría disfrutar a su lado.

Fue realmente una desgracia para la chica tener que entrar a su apartamento y encontrarse con las antiguas cosas de su perro. Su fiel perro que la llevaba acompañando durante gran parte de su vida.

Avery sentía por un momento que fue todo su culpa. Ella no había sido responsable con Zeus y había pagado un precio. La vida de su fiel amigo.

Ron estuvo acompañándola durante todo momento, llorando al igual que ella pues quisiera o no, Zeus había sido muy especial en su vida.

Gracias a él había conocido a Avery, gracias a él había disfrutado de momentos inigualables y le había tomado demasiado cariño.

Le daba pena que no haya podido ver que Avery y él finalmente estarían juntos... todo los que el canino quería para su dueña.

Felicidad. Que ella fuera feliz.
-Avery.- le dijo el pelirrojo tomándole la mano.- Crees capaz de poder ir?- le dijo este.

La chica asintió mientras caminaban hacia la tumba de su pequeño. El perro que le había aliviado de dolor, le había dado felicidad y buenos momentos.

Avery se arrodilló al no tener fuerza suficiente para ponerse de pie para despedirse de su amigo.
-Zeus, siento todo esto.- empezó ella llorando.- Siento tanto tener que despedirte así...

Ron quien acompañaba a la chica solo lloraba mientras la escuchaba.
-Siempre me acordaré de ti sabes? Que odiabas el baño y te encantaban las zanahorias.- dijo ella rompiendo en más llanto.

Avery tomó una flor azul y la dejó encima.
-Sabes que tú has sido mi mejor amigo, siempre lo serás y realmente me odio a mi misma por no haber podido cuidarte. Lo siento mucho...- dijo ella limpiándose las lágrimas.

La chica miró a Ron quien la abrazó de nuevo, haciéndola sentir segura, más tranquila y un poco mejor.
-Gracias, Ron.- le dijo ella también abrazándolo.- Por acompañarme.

-Te quiero.- le dijo Ron.- No iba a dejarte pasar por esto sola.- le dijo dándole un pequeño beso en la frente.

Los ojos Avery volvieron a humedecerse.
-Lo extraño mucho, quiero que esté aquí con nosotros, Ron, extraño a Zeus.- dijo ella de nuevo derrumbándose.

-Lo sé, lo sé... yo también lo extraño demasiado.- le dijo este volviéndola a envolver en un abrazo.

Y podía ser demasiado para creer, pero Avery sentía que Zeus los veía orgulloso, moviendo su cola con emoción mientras ladeaba la cabeza.

Zeus seguro que estaría contento, y aunque el ya no estaría para acompañar a Avery en su vida, sabía muy bien que la zanahoria gigante lo haría a la perfección.

Sabía que Ron la ayudaría a superar todo. Lo supo desde el primero momento que lo vio deprimido en la madriguera.

Sabía que había cumplido con su misión. Estaba orgulloso de sí mismo. Solo esperaba que su dueña lo estuviera.

Avery levantó la cabeza, sintiendo demasiadas emociones malas, buenas... sintiendo que Zeus aún estaba con ellos.
-Estoy muy orgullosa de ti, Zeus.- dijo ella mirando su tumba.- Siempre lo he estado.

Y al parecer, esa sensación de que el estaba con ellos, ese sentimiento de que Zeus los estaba mirando, se esfumó.
-Descansa en paz, pequeño.

my only exception (Ron Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora