De la Nada a Todo||C.V.&TÚ||TERMINADA

C10. Sin Desayuno

—¡Te dije 10 minutos! —Grita Christopher fuera de la habitación, yo solo lo ignoro y me sigo colocando mi máscara de pestañas

—¡Deja de joder! —Grité con enojo, segundos después, escuché la puerta abrirse —¡Por Dios, te voy a... —Mis palabras mueren en mi boca al ver a la pequeña Margaret en la puerta con una pequeña sonrisa —Oh, Margaret —Dije al verla, ella entra y puedo ver aquel uniforme escolar de la pequeña, azul marino y a cuadros

—Hola, chica bonita —Dice ella mientras entra a la habitación

—Hola pequeña —Dije mientras me ponía de pie sobre el colchón, me arreglo un poco el cabello y la coloco gloss

—Mi mami dice que ya está el desayuno, que vengas porque se enfría —Dice la niña, asentí y dejé mis cosas antes de salir tras ella —Me gusta tu vestido, brilla mucho —Dice la niña con una sonrisa amplia

—A mi también me gusta y creo que a mí diseñador también —Dije mientras bajamos las escaleras

—Me gustaría usar uno de esos, pero debo ir a la escuela —Dijo ella mientras me mira, nos pasamos al comedor y cuando estoy por sentarme a la mesa donde hay un plato, Christopher me lo quita de enfrente

—¿Qué? ¿Por qué haces eso? Es mi desayuno —Dice ella y Christopher niega

—No, ya es hora de irnos, ya todos los levantamos de la mesa —Dijo Christopher, en efecto, mi plato y el de Margaret era los únicos sobre la mesa, yo solo rodé los ojos

—Pero, si no desayuno...

—Eso lo piensas luego, debiste administrar el tiempo y bajar cuando se te ordenó, tardaste demasiado —Dijo Christopher mientras tira el desayuno a una cubeta blanca, después, coloca el plato sobre el lavabo

—¡Agh! ¡Qué molesto eres! —Dije mirándolo —Pero bueno ¿Qué haré primero? —Dije y él solo mira el plato

—Tienes que lavar tu plato, todos aquí lo hacemos —Dice Christopher y yo solo ruedo los ojos

—¡Ni siquiera comí en el! —Dije mientras me ponía de pie

—Pero era el de tu desayuno, así que hazlo —Dijo, le quité el plato y me acerque al lavabo, comencé a tallarlo con una esponja con jabón y al igual el cubierto, lo enjuagué y lo coloque el aquel escurridor —Ahora ven, te indicaré lo que tienes que hacer en lo que yo voy a dejar a mis hermanas a la escuela —Dice mientras me hace seguirlo, salimos de la casa y siento el ardiente sol darme en la cara, se siente horrible

Christopher camina hacia un enorme granero, voy tratando de no caer con los zapatos de tacón, pero en cuanto abre las puertas del granero, un enorme olor pestilente me inunda la nariz, siento asco al instante

—¡Aquí huele horrible! —Grite mientras me mantenía en la puerta del granero

En una esquina podía ver 4 vacas dentro de una reja enorme, vi a Christopher acercarse a un pequeño espacio donde un caballo calor avellana sacaba su cabeza hacia él, Christopher abrió la compuerta de su lugar y un perro color de orejas grandes salió corriendo, era un Basset Hound... Un perrito igual al que Mario tuvo cuando era niño...

Después de acariciar al caballo, Christopher se dirige a unas pequeñas puertas que habían en una esquina, donde saca un enorme costal y lo carga hasta donde estoy yo

—¿Ya podemos salir de aquí? Siento que me voy a vomitar —Dije mientras me cubría la nariz, en verdad olía feo

—Uy Barbie, si este es el nuevo olor a peonías —Dice con una sonrisa, coloca el saco de comida frente a mi —A un lado del granero, hay un gallinero donde están 15 gallinas ponedoras, hay que alimentarlas —Dice mirándome y yo asentí

—Okey ¿Con que las alimento o qué? —Pregunté, de dicho saco, saca una pequeña cubeta metálica

—Una cubeta llena de estás, es suficiente para alimentar a todas las gallinas —Dice mirándome, yo asentí y le quité la cubeta

—Es fácil —Dije mientras lo miraba

—Mientras ellas comen, tu recogerás los huevos que hay en el gallinero, trata de no romper ninguno —Dijo y yo asentí

—No se porque me tomas como una estúpida —Dije mirándolo, él solo suelta un suspiro

—Ah, también dale de comer a Hidalgo —Dice mirándome, es entonces que siento como algo tira de las cuerdas de mis zapatos, veo hacia abajo y veo al perro de orejas grandes morder mi zapato —Él es hidalgo, dale de comer por favor, al igual, también tiene su medida, solo una taza —Dice Christopher antes de darme una falsa sonríe e irse

Oh vamos, ni que fuera tan difícil...