1.1 Takashi Mitsuya

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Final Alternativo

(...)

La luz que indicaba que la sala de operaciones estaba en uso fue apagada, inmediatamente los tres rubios se pusieron de pie, Mitsuya por otra parte sentía que no tenía fuerzas para hacer nada.

— ¿Ella está bien? —El doctor miró con pena a Draken y entonces el mundo de Mitsuya Takashi se vino abajo mientras escuchaba como un eco muy lejano lo que decía aquel sujeto.

(...)

Se encontraba sentado frente a aquella lápida, encendió las velas que se encontraban a los lados, colocó un incienso en medio de estás y se dispuso a rezar, justo cuando estaba acabando sintió que alguien se colocaba detrás de él y lo abrazaba por los hombros.

— ¿Puedo acompañarte a rezar para Baji-san?

Sonrió al escuchar la voz de su dulce novia.— Claro que puedes.

La observó mientras ella se sentaba a su lado, juntando sus manos y cerrando los ojos para comenzar a rezar. Sus cabellos con mechas moradas se movían lentamente con el aire y él solo podía quedarse atontado, repitiéndose que era un suertudo al tener a una mujer tan bella con él.

— Deja de verme, me avergüenzas —Los ojos de la chica se abrieron y se dirigieron a él dejándolo ver sus mejillas sonrojadas.

— Es que eres tan linda —Le sonrió embelesado.

La chica se colocó incluso más roja.— ¡Takashi basta!

Se rio con aquella imagen que se le hacía tan tierna, peinó un mechón de ella detrás de su oreja y acarició su rostro hasta llegar a su barbilla donde la sujeto acercándola más a él.— Valió la pena estar detrás de ti tanto tiempo —Rozó su nariz con la de ella.

— Tienes suerte de que me hayan podido quitar esa flor una segunda vez, lo triste es que esa vez si fue de raíz —La chica hizo una mueca recordando lo mucho que había tardado en volver a desarrollar sentimientos por Mitsuya, primero lentamente como amigos y después como algo más.

— En realidad me agradó que lo hicieran así —Dijo sincero.— Así pude sentir todo lo que sentiste cuando no te correspondía —Mitsuya unió sus labios en un beso lento y delicado, tratando de hacerle sentir lo mucho que la quería. Una vez que se separaron observó los ojos brillantes de la joven.— Incluso si hubiera sido necesario perseguirte todo lo que me queda de vida, lo haría.

Se sonrieron tiernamente el uno al otro para finalmente colocarse de pie y alejarse del cementerio, dispuestos a ser felices a cambio de todos los amigos que habían perdido en el camino.

One Shots Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora