Otro año en Hogwarts. Galatea se había preparado mentalmente para volver ese día a cursar su quinto año, pero le aterraba la idea de que ahora no era una alumna normal, sino que desde ese día sería prefecta y tendría responsabilidades mucho más importantes que los demás chicos de su año y que su mellizo. La responsabilidad no era una característica de Galatea Black, pero si Dumbledore la había elegido, era por algo.
La llegada al castillo fue tranquila, el viaje en tren no tuvo inconvenientes a menos que el hecho de que Severus Snape quiso una galleta de las que Galatea y sus hermanos habían hecho el día anterior, pero Rabastan Lestrange se negó a que le dieran. Al final del día, no dejaba de ser un mestizo para ellos, uno que no debería ni siquiera de estar en su casa. ¿Qué diría Salazar al ver cómo es que su adorada casa comenzaba a plagarse de impuros? Palabras de Bellatrix, que quizás fueron oídas por el hermano de Rabastan y ahora él las ponía en su boca como la verdad absoluta.
── Miren, no es que Snape no me agrade ── decía Regulus mientras iban a sus respectivas clases. Rabastan y él tenían pociones con los de Ravenclaw, mientras que Evan y Galatea tenían una clase de transformaciones con Gryffindor, sin embargo, el primer mencionado se había ido sin esperar a la pelinegra ──, es solo que de tanto oír mierda de él y ver su soberbia ante los demás por solo ser de Slytherin, me causa rechazo.
── ¡Tienes razón! ── apostilló Rabastan ──. Se cree mucho y no es más que otro estúpido sangre sucia. ¿Verdad Gala?
── Bueno, eso de la supremacía de la sangre no es lo mío, ustedes lo saben ── murmuró mientras trataba de acelerar el paso. Llegaba tarde a su clase ──. Pero es un idiota, se hace la victima diciendo que mi hermano y sus amigos lo humillan cuando fue él quien llamó rata a Peter como si él no luciera como un vampiro que en cualquier momento muere debido al sol.
Rabastan se echó a reír por su comparación, pero es que tenía razón. ¿Por qué denigrar al pobre Peter? A los amigos de Gala no le desagradaban los de Sirius, solo los consideraban un poco molestos con sus bromas, pero en su mayoría eran divertidas y les sacaban algunas risas.
── Opino que no debes compartirle de tus galletas ── sentenció Lestrange ──. Bueno, nos vemos Gala. ¡Reg, apúrate!
Ellos dos eran más amigos de sí mismos que de Galatea, se podía decir que Evan Rosier era su mejor amigo después de Sirius, porque había compartido más momentos de su tormentosa infancia con ambos ya que al ser parte de los sagrados veintiocho, habían tenido miles de "cenas formales" en Grimmauld Place y en Rosier Manor.
Evan y Galatea eran de esos amigos que parece que nunca van a traicionarse, que van a ser amigos hasta que la muerte lo decida, pero es que la realidad es muy diferente a cualquier expectativa.
Las amistades son frágiles, un solo descuido y el día de mañana apareces muerto gracias a aquel que algún día consideraste familia. Gala no quería pensar en eso porque genuinamente apreciaba su amistad con Evan, además, no creía que él fuese capaz de hacerle daño solo por su propio beneficio.
── No es tan difícil ── hablaba McGonagall ──... ¿Señorita Black? ¿Puede decirme por qué viene llegando tarde?
Su hermano la miró desde su asiento, preocupado por su retraso.
── Alguien me dijo que me fuera al infierno ── comentó mientras se desplazaba hacía el asiento junto a Evan ──. Primero, no lo pude encontrar, pero ahora estoy aquí.
── ¡Gala! ── espetó Sirius, pero realmente aquello a Minerva no le pareció tan grosero.
── Está bien Galatea, sigamos en dónde nos quedamos.
Y así comenzó a explicar un par de hechizos que quizás tuviesen que utilizar durante sus TIMOs, los cuales estaban a la vuelta de la esquina. Sonaba medio espeluznante el que, para demostrar su valía como magos y brujas, las personas tuvieran que hacer lo mismo que los muggles, exámenes que dejaban al descubierto su inteligencia o la poca atención que ponían en clases, ambos métodos solían ser perjudiciales para los adolescentes y niños, muchos terminaban cayendo en desesperación por tener menos de la nota máxima; como si un número o un supera las expectativas dijeran realmente lo que uno valía como persona.
── Recuerden estudiar y practicar, este es uno de sus años más importantes y cruciales, no olviden eso.
¡Dios! Solo era otro año más en Hogwarts, nada iba a cambiar, las cosas seguirían igual que los años anteriores, las cosas siempre serían como lo fueron hace un año, al menos eso es lo que los merodeadores y las serpientes pensaban.
¿Por qué las casualidades tenían que ser malditamente convenientes?
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SLYTHERIN, james potter
Fiksi Penggemartal vez tú no estés listo para la guerra, pero ella está interesada en ti y en tu alma