De camino a casa, paré en la papelería porque, tenía que comprar algunos materiales para la clase de plástica. Al salir, vi a mi amiga Fiona, estaba hablando con un chico que me parecía familiar, cuando me fui acercando me di cuenta que era Michael, quise volverme para atrás, ya que, por lo visto no le caía muy bien, pero justo cuando me iba a girar...
- Sunny, ¿Cómo estás?- Me preguntó Fiona, dándome un gran abrazo.
- Un poco cansada, pero bien- Respondí.
Notaba los ojos de Michael mirándome de arriba abajo, pero no le preste atención.
- ¿Conoces a la graciosa?- Preguntó Michael con un tono burlesco.
- ¿Graciosa?- Dijo Fiona.
- Hola a ti también Michael y tengo un nombre me llamo Sunny- Le dije seriamente.
- Bueno si, pero a nadie le interesa, nos vemos luego Fiona y a ti te veo mañana graciosa- Se despidió y salió corriendo.
Aunque deje pasar su comentario, me extraño mucho la rapidez con la que se fue, habrá sido porque estaba yo. Mi amiga me despertó de mis pensamientos y me acompaño hasta mi casa. Invité a Fiona a comer, como forma de agradecerle que me haya acompañado. Al acabar de comer, nos tumbamos en mi cama y cotilleamos un poco, de repente a Fiona le sonó el móvil, aproveché mientras ella hablaba para ir al baño. Toqué y abrí mi puerta, Fiona colgó el teléfono.
- Perdona, ¿Te he molestado, verdad?- Le pregunté
- No tranquila era Michael, se vuelve muy pesado por teléfono así que no pasa nada- Dijo Fiona riéndose.
No se porque pero no me convencía. Fiona se fue porque tenía algunas cosas que hacer en casa, me pusé a pensar todo el día en la conversación de Fiona y Michael. Llegué a escuchar algo, Fiona decía que todavía era muy pronto para decirlo, para decir el que pensé. Al salir de la ducha, recibí un Whatsapp de Fiona.
-" Porfavor, lo que hayas escuchado no se lo cuentes a nadie".
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Círculo vicioso
CasualeUna historia adolescente, fuera de lo normal, que hará que nuestra protagonista viva experiencias y emociones que nunca habría imaginado. ¿Preparados?