Forma número 02 ☆.。.

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En cualquier viaje de carretera jamás podía faltar la música, eso era claro, desde que habían salido de la ciudad, Yuuji conectó su teléfono al automóvil por Bluetooth, inició Spotify y seleccionó una canción de alguna playdist que tenía

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En cualquier viaje de carretera jamás podía faltar la música, eso era claro, desde que habían salido de la ciudad, Yuuji conectó su teléfono al automóvil por Bluetooth, inició Spotify y seleccionó una canción de alguna playdist que tenía.

El pelirrosa solía hablar con su novio si es que no había una canción lo suficientemente favorita para él y cantarla, inclusive sabía que a Megumi le gustaban esas canciones y le incitaba a cantar, el azabache se negaba en cada una, prefiera manejar, escuchar a su pareja cantar no muy bien y hablar de vez en cuando con él.

Tuvieron paradas técnicas para comprar dulces, papas o ir al baño, lo normal. Aparte de que Itadori era un niño emocionado que parecía ser la primera vez que fue a la playa, cuando en realidad ya habían ido una que otra vez en compañía de sus amigos y con su padre cuando era pequeño.

— Traje unos takis fuego. — habló Yuuji mientras mostraba la bolsa de frituras y luego se adentraba al carro.

— Te va a doler el estómago.

— Nop, yo se que aguanto.

— ¿Te recuerdo la otra vez que te dio acidez por esa cosa? — ver la reacción de Yuuji era divertida. Megumi le cuidaba demasiado, era casi un padre protector más que un novio, claro, teniendo en cuando que Itadori era un niño travieso pero adorable.

Fushiguro a veces lo regañaba con tal de cuidarlo, era su forma de demostrarle amor, el pelirrosa lo sabía, y le parecía lindo que su novio se preocupara de esa forma.

— Lo sé, pero ahora soy más resistente al picante, aparte saben rico. — Itadori le hizo aquellos ojitos de cachorro a lo que el azabache se rindió.

— Pero no los comas ahorita ¿bien? — el pelirrosa asintió para besar la mejilla de su novio. Tan espontáneo como siempre.

Su viaje a la playa continuó con besos que le daba Yuuji de vez en cuando a su novio, con canciones, platicas siendo todo más divertido y menos tedioso.

Llegaron apenas a las seis, el viaje fue más corto de lo que pensaron, mejor así, porque podrían disfrutar más de la playa

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Llegaron apenas a las seis, el viaje fue más corto de lo que pensaron, mejor así, porque podrían disfrutar más de la playa. Aquella que sus aguas eran demasiado frías como para poder ir a nadar en traje de baño.

Así que solo se quitaron los zapatos y calcetines y subieron un poco sus pantalones para tocar aquella agua helada.

Todavía había una que otra persona acompañada o sola por el lugar. Era mucho más concurrido los días de vacaciones que estos.

Pero era lo mejor, tenían el espacio suficiente, poca gente para ellos dos.

Itadori fue por la gran tela para poner sobre esta la comida, con ayuda de Megumi quien traía todo esos toppers con comida, las frituras que compraron en el camino y las bebidas.

Cerca del mar sin que una ola grande les alcance.

— ¿Pensabas tener algún día una cita como esta? — pregunta el pelirrosa dándole un sorbo a su refresco.

— Jamás, pero me alegra tenerla. — Fushiguro recibió un beso en la mejilla.

Ambos estaba viendo el atardecer mientras comían y platicaban. Una cita romántica, claro y divertida para ellos.

El azabache volteo a ver a Yuuji quien le había tomado una foto a su novio, sonrió al ser cachado por él.

— ¿Qué hiciste?

— Nada. — respondió de inmediato con una risa nerviosa. Megumi sonrió levemente al ver esa preciosa sonrisa junto con una risa que le alegraba cada día de su vida.

Yuuji se veía precioso con el contraste del atardecer dándole de perfil, esos cabellos rosas revoloteando por el viento, su sonrisa, su risa. Megumi no supo cuándo ni cómo pero ya tenía su teléfono con la aplicación de fotos, tomándole varias hasta estar satisfecho.

Le gustaba tomar fotos de Yuuji, de vez en cuando, cuando su corazón le decía que su precioso novio estaba aún más precioso que de costumbre, recordarlo no sólo en su mente, sino también con ayuda de algo material.

Admiraba a su novio aunque no se lo dijese, de hecho así fue siempre desde que se conocieron. Eran tan opuestos pero se completaban el uno al otro.

— ¿Me puedo comer mis takis?

— ¿Por qué me preguntas eso? Puedes comertelos si quieres o esperar.

— Es que cuando los compre me dijiste que ahorita no los comiera.

— No soy tu papá para que te diga cuando y que comer. — Yuuji rió levemente, para recargar su cabeza en el hombro de su pareja y admirar como el sol se escondia entre el mar.

— ¿Podemos tomar una foto? — preguntó Itadori cambiando el tema, sacando su celular de aquella chamarra que en realidad le pertenecía a su novio.

— ¿Por qué me preguntas? Claro que puedes.

— Es que, no te gustan las fotos...

— Siempre me tomas fotos y jamás te digo nada, no me molesta que tu lo hagas. — las mejillas de Yuuji se tiñieron de un rosa muy lindo.

Abrió la aplicación de fotos, para así seleccionar la cámara frontal y poder tomarse una foto juntos con la luz del atardecer en sus rostros.

Yuuji al ver la foto ya en su galería sonrió y del impulso tomó de las mejillas a su novio para besarlo en los labios. Megumi se le quedó viendo sin decir nada, no se lo esperaba pero no se quejaba, a él le encanta cada muestra de afecto que su novio le daba.

— Lo siento. — el azabache negó mientras sus ojos tenían ese brillo cada que miraba a su pareja.

El resto de la tarde-noche la pasaron hablando hasta que el frío aumentó y era hora de levantar todo y buscar algún hotel para pasar la noche.

Ambos habían visto varios hoteles y moteles en el camino, claro sólo lo usarían para dormir.

Megumi manejaba con cuidado con las luces frontales encendidas, Yuuji estaba mirando la ventana en busca de algún lugar para dormir, estaba haciendo un buen equipo.

Su día juntos, su cita había salido de maravilla, y la sonrisa de Itadori no se borraba.

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━ 𝐅𝐎𝐑𝐌𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐃𝐄𝐌𝐎𝐒𝐓𝐑𝐀𝐑 𝐐𝐔𝐄  𝘛𝘌 𝘈𝘔𝘖 | FushiIta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora