Capítulo 1: Fama

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Entré a la agencia de Nighteye con enfado y caminé hacia su despacho. Su puerta, como siempre, estaba cerrada. Muchas otras agencias tenían puertas enormes que daban a entender que ese era el despacho del fundador de dicha empresa, pero como siempre, Nighteye se salía de las normalidades que le resultaban tediosas.

"¿Por qué gastar dinero en una puerta normal y corriente?" – Diría él.

Por mi cuerpo recorría una sensación que reconocí al instante. Mis latidos se aceleraban a medida que caminaba en dirección a su despacho con esa dichosa noticia en mis manos. En mi pecho se podía percibir un naciente calor poco agradable, como si el verano en Japón no fuera lo suficientemente acalorado y agobiante, que también debía soportar el enfado que nacía des de lo más profundo de mi pecho.

A centímetros de la puerta, alcé el brazo abriéndola de un portazo.

- ¿Qué quiere decir esto? – Pregunté irrumpiendo dentro y enseñándole un trozo de diario que me había encargado de cortar durante el camino al trabajo.

- Ya te he dicho muchas veces que no puedes entrar así a mi despacho. Y eso es lo que mereces por saltarte las condiciones y normativa de empresa – Dijo Nighteye subiendo sus gafas con una lentitud, que en ese momento solo consiguió enfadarme más. Parecía serle indiferente lo que estaba ocurriendo, por lo que no hice ningún intento de disimular mi mirada de odio.

- Pensé que el trato era que no se hicieran públicos mis casos resueltos – Espeté casi sin pensar dos veces la que sería mi respuesta. Ya tenía suficiente con Izuku siendo el símbolo de la paz.

- No aprendes. Si hay muchos testigos, a la empresa se le hace imposible poder chantajear a los héroes para que se lleven el mérito. Ayer saltaste a atacar tú, y los ciudadanos te vieron. Lo que me recuerda... Tienes una entrevista en la TV mañana – Explicó sin mirarme aún a los ojos. Ordenaba algunos papeles que deberían corresponder a algún informe en concreto, y que en estos instantes no podría importarme menos. Cuando vio que seguía sin moverme, se levantó y me miró – No puedo hacer nada a estas alturas, lo siento – Comentó apoyándose en su escritorio y pasando sus manos por su manga, para estirarla y dejarla tan impecable como todo lo que él hacía.

Di media vuelta y después de dejar ir un suspiro profundo, tiré el trozo de diario en una de las papeleras que estaba cerca de la puerta, y lo miré con enfado antes de alcanzar el pomo de la puerta y tirar fuertemente de ella.

Mil pensamientos recorrían mi mente, y aparecieron esas voces apanicadas que solían manifestarse cuando estaba bajo tanta presión.

"Esto es todo tu culpa"

Murmuró mi yo interno, y asentí al aire de forma casi imperceptible. 

A lo lejos distinguí una cabellera pelirroja, dueña de esa sonrisa que parecía ir dirigida a mí. Mentiría si dijera que no consiguió calmarme, pero la temperatura de mi cuerpo parecía no querer bajar por el enfado.

- Oye... – Escuché que me llamó Kirishima. Mi única respuesta fue mirarlo sin dirigirle la palabra, y salir de la empresa – Espera – Me giré - ¿qué pasa? – Preguntó haciendo que detuviera mi paso.

Los coches pasaban sin cuidado alguno por la calle, y mi mirada se fijaba en alguno que otro para tratar de alejar mi mente de ese bullicio que abundaba en mi cabeza. Era tanto lo que me preocupaba en ese momento que, de alguna forma, el responderle fue casi de forma automática.

- Se ha hecho público un caso mío. No sé cómo se lo hacía Eraserhead para pasar tan desaparecido. Si no hubiera atacado en ese momento, el villano habría acabado con muchas vidas – Expliqué fastidiada.

Notaba la mirada de incomodidad de Kirishima, aún si en estos instantes le estuviera dando la espalda.

- ¿Qué es lo peor que puede pasar? – Preguntó el pelirrojo provocando que frunciera el ceño – Entiendo que no quieras que la fama opaque o dificulte tu trabajo, pero tal vez no sea tan malo como piensas – Lo miré y suspiré.

- Cuando Izuku no está trabajando, tiene que contestar el correo, muchas veces son fans acosándolo, tiene mil entrevistas y casi nunca nos vemos. Moldeé mi horario al suyo para que pudiéramos seguir viéndonos, pero... – Un nudo en mi garganta detuvo mi voz. Miré mis manos tratando de encontrar las palabras para seguir explicándole lo difícil que había sido sobrellevar las cosas. No es que tuviera un gran talento para expresarme, lo que muchas veces me había llevado a tener numerables discusiones con Izuku.

- Vamos... Solo es un bache, vosotros podéis salir de esta – Señaló de forma optimista, casi como siempre lo hacía cuando algo malo ocurría. Lo miré sin saber cómo hacerle entender todo el sufrimiento que la fama había causado en la relación que teníamos el peliverde y yo. Sentía que por primera vez en mucho tiempo, mi mente había encontrado paz entre tanto alboroto, como lo era la vida de Izuku.

Y es que el peliverde tenía maneras de demostrar su cariño y afecto, por no decir todo lo que siempre se preocupaba por mí. Su forma tan pacífica y tranquila de acariciar mi rostro, su timidez en nuestros momentos íntimos que, a pesar de haber tenido tantos, sigue pareciendo como si fuera la primera vez... Todo eso era algo que caracterizaba a Izuku, y que a mí me gustaba mucho.

- Supongo... – Susurré sin saber qué más decir. No tenía claro cómo serían las cosas de ahora en adelante, y tampoco es que hablar frente a grandes multitudes, fuera algo que se me diera precisamente bien. Simplemente decía lo que pensaba, e Izuku me dio a entender muchas veces, que hay cosas que no se pueden decir en voz alta, aún si en realidad son verdades que deben quedar en silencio.

- Sé que podéis salir de esta. Además, el mundo también merece saber quién es la persona que ha resuelto tantos casos – Señaló Kirishima mientras llegábamos al que era mi auto.

Mi única respuesta ahora para el pelirrojo era un asentimiento, puesto que en realidad, la mejor opción que tenía en estos instantes, era hablar con Izuku y decirle cómo me sentía al respecto. Una sonrisa casi sarcástica se formó en mi rostro. Eso no sería nada fácil. Casi prefería luchar contra 100 villanos que adentrarme en una charla, de la que claramente no podría salir con facilidad. 

- Kira Chiasa.

VIDA DE HÉROE [Adult Izuku x Adult Reader] (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora