Cadenas de sangre: la nueva leyenda, el mounstruo sin amor

Capítulo Seis: Los niños buenos recibirán dulces y caramelos.

~~~ Seragaki Hajime POV~~~

-Tarda mucho...¿qué estará haciendo?- dije en voz baja-¿Se podrá manejar sólo?

Simplemente me entraba curiosidad el saberlo. No es que me gustara controlar a ese chico pero me preocupa, para ser sincero, él es cómo un gatito abandonado que teme a que le traicionen o le hieran, es cómo un animalito del bosque: lindo, dulce e inocente. A esa edad cualquier chico estaría con una mirada fría o vacía indicando que si te acercas, te mata. Pero él muestra inocencia, no sé cómo es que él no tiene odio en sus ojos, sino todo lo contrario, son puros y tristes, ¿Soraru, dime quién te hizo tanto daño? ¿Acaso te traicionaron? ¿O sólo te engañaron? Ojalá lo supiera, pero no hablas y no sé cómo acercarme a ti; dame por lo menos una señal y así te liberaré de esas cadenas que te atan a este sufrimiento.

-Mierda, parezco una chica pensando así.

Me rasqué la cabeza mientras me puse a silbar algo y me cruzaba de brazos, joder, tarda demasiado es simplemente un baño aunque puede que todavía no se pueda manejar solo, puede que nunca haya usado una bañera, o que quizás...

-No, eso espero que no, Soraru espero que no estés haciendo lo que pienso-dije en voz baja mientras abría la puerta con fuerza- ¡¡Hijo de...!! ¡¡Te has encerrado maldito!! ¡¡Señorito, ábreme la puerta!!

Comencé a golpear la puerta pero el pequeñajo no la abría, estaba cerrada por dentro por lo que no podía entrar.

-¡¡Maldito crío, no me digas que te has escapado por la ventana!!-grité con fuerza mientras golpeaba la puerta con el pie-Espera un momento, yo no tengo una ventana...¿o sí?. Buf, ahora no me acuerdo...-comencé a dudar pero rápidamente volví a lo que estaba haciendo- ¿¡¡Oye me estás escuchando!!? ¡¡Cómo no abras inmediatamente te voy a poner un castigo que va a durar de lo lindo!!

A pesar de mis amenazas y del tono de voz que utilicé, no me escuchó. Pegué la oreja a la puerta y no escuché nada. Era como si no estuviera presente, no puede ser, el que no respondiera me puso nervioso por lo que decidí entrar de una forma que siempre he odiado, aunque fuera perfecta no estaba bien pero no había otra opción.

Levanté el dedo meñique e hice que la uña creciera, lo bueno de ser licántropo es algunas de estas cosas porque no me apetecía romper la puerta así que metería la uña y la abriría.

-Vamos, vamos...ábrete-dije apresuradamente, si no sé lo que está haciendo éste chico me dará algo-¡¡Bingo!! ¡¡Soraru!! ¿¡Qué coño estás haciendo tanto!?

Para cuando entré, vi que no había nadie en el baño. Sólo un brazo colgando de la bañera...espera un momento...

-¡¡¡Uaaaaah!!!-grité en ese instante, rápidamente corrí hacia la tina y me remangué la camiseta, metí los brazos y cogí al pequeño de las axilas-¡¡Idiota!! ¿¡Qué demonios te pasa por la cabeza!?

Al sacarlo, parecía que no se enteró de lo que ocurrió hacía un momento simplemente tosió y me miró extrañado, por lo que lo envolví en unas toallas blancas e hice que se sentara en el lavabo. Rasqué su cabeza y besé su frente, estaba temblando y llorando, creo que se sentía culpable por lo que dije hace un momento. "Debería controlar lo que digo" pensé, rápidamente volví a dirigir mi vista hacia él y lo hice fijamente, pude ver todas las heridas y cicatrices que había en su cuerpo manchado de hilillos de sangre que brotaban de sus daños, y también un tatuaje, o eso es lo que pensé cuando rocé su cuerpo con mis dedos, era una figura negra, con unos símbolos extraños que parecían ser de los pecados capitales: pecado madre, orgullo, lujuria, gula, envidia, pereza, codicia e ira, pero en el centro había una estrella con pequeños símbolos en su interior que no pude saber su significado.