ENTRE LOS CELOS, UN "TE QUIERO"

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Thomas.

Hoy no me apetecía comer, esta mañana tampoco me ha entrado el desayuno,  dentro de un rato tengo una cena importante con mi padre y después salgo a tomar algo con mis amigos, y sé que cómo beba lo más mínimo de alcohol, voy a sacar una muy mala versión de mí. Pero es que mi estómago está lleno de mariposas que no dejan de revolotear y recordarme que la otra noche, Julie Miller y yo, nos demostramos todo eso que sentimos, de un modo bastante...

Peculiar.

Mi hermano había confesado que cerró la puerta del vestuario a posta, y yo se lo había agradecido porque no tenía idea de cómo acercarme a la hija de los Miller.

Y si o si, tenía que acercarme a la hija de los Miller.

Julie es una mezcla brutal de pasión y timidez que me pone a mil, y si a eso le sumas jugar con lo prohibido, digamos que voy cuesta abajo y sin frenos en eso de enamorarme.

No es que sea la primera vez que lo hago, pero ahora lo estoy viviendo con una intensidad diferente porque mi corazón es el objeto personal de una Miller.

¡Una Miller!

Esa Miller que odié con toda mi alma y por la que ahora me arrodillaría a sus pies si ella me lo pidiese. No digo que haya puesto todo el corazón en esto porque suelo ser precavido, pero creo que voy por el camino, y me pienso dejar llevar porque no le veo inconvenientes.

Ajusto las mangas de mi camisa y me miro al espejo. Tengo ojeras y sueño, pero no puedo faltar a la cena y mucho menos a la salida de después, porque salir de discoteca esta noche es mi excusa para ver a la chica que gimió mi nombre por primera vez, el verano pasado, y por la que merece la pena todo esto.

Pegan en mi puerta sacándome del bucle en el que me tiene metido Julie y doy paso, encontrándome a mi hermano pequeño sin camiseta, con unas bermudas grises, y su pelo apuntando hacia todos lados.

¿Que significan esas pintas?

—Te preguntaría por esa cara, pero supongo que anoche saliste ¿no?

Lucas se tumba en mi cama y lo miro —No salí, me quedé jugando a la play con Gaby.

—¿Y entonces?

Se encoge de hombros y me giro poniendo las manos en mis caderas —Acabo de despertarme de la siesta.

Cómo no.

La legendaria pereza de mi hermano pequeño.

Niego y me siento a su lado para colocarme los zapatos mientras él pone las manos detrás de su cabeza. Quiere contarme algo, pero voy a darle su tiempo.

—Esta noche salgo —digo —Volveré tarde porque voy a verme con Julie.

Se incorpora rápidamente de la cama y sonríe, cruzando sus piernas en modo indio —¿Os vais a ver hoy? ¿No tenías la cena con papá?

—Y la tengo, pero después "salgo con estos" —hago comillas con mis dedos y mi hermano niega, mordiendo su labio.

—Parece que la cosa va enserio.

—Vamos poco a poco.

Bueno...

—¿Cuanto tiempo vais a estar así? Eres el futuro embajador, tienes una cámara pegada al culo dia si, día también.

Bufo por lo exagerado que es —No flipes, eso solo me ha pasado un par de veces.

—Yo solo te digo que vayas con cuidado.

Entre cierro mis ojos —¿Desde cuando nos hemos cambiado los roles?

Lucas vuelve a echarse hacia atrás y suspira, mirando su móvil después —En dos días hago fiesta en casa, si la quieres invitar...

Julie y Tom "CUANDO NADIE VE"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora