FLASH Y SE ACABÓ

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Julie.

—Julie, deberías irte a casa a descansar —Katy pone una mano en mi hombro y la miro, cerrando mis ojos y negando con la cabeza.

—No puedo, Katy, sabes que tengo que recuperar las horas de los días que me pedí libres.

Mi compañera y amiga bufa y se quita la bata blanca para colgarla en el perchero —Deberías recuperar esas horas en días salteados, no todos seguidos. Vas a caer enferma.

No había barajado esa opción.

Llevo trabajando dos días seguidos casi sin parar, he dormido menos de ocho horas en este período de tiempo, y a penas he tenido tiempo ni para comer, así que si, mi compañera tiene razón. Pero es que últimamente tengo la cabeza tan liada, que no soy capaz ni de pensar con claridad, ni de razonar.

Me pedí unos días libres para poder escaparme con Tom a un viaje que tenía que hacer para la embajada, a Suiza, y nunca imaginé que a la vuelta, esto sería tan duro, pero por lo visto estamos de trabajo hasta arriba y hay que adelantarlo cómo sea.

Me dejo caer en la silla y niego —De todas formas no traigo el coche, hoy he venido con mi hermano Fred y pensaba irme con él.

—Pero él hasta las doce no sale ¿no?

Asiento —Ajá.

Hace una mueca de desagrado que me hace reír —Pues búscate la vida, pero no voy a dejar que sigas trabajando.

—Eso por desgracia no lo decides tú.

Suspira —Te quedan diez horas por recuperar y el jefe hasta el viernes no pasa a mirar el cuadrante. Apuntaré cinco horas pasado mañana y otras cinco el otro, ahora vete a descansar.

La miro y muerdo mi labio con fuerza. En realidad podría hacerlo de esa forma y así por lo menos descansar en condiciones aunque sólo fuera un día, pero tener ahora que avisar a alguien para que me recoja, siendo las horas que son, me parece una locura.

—Es muy tarde.

—¿No hay nadie que pueda recogerte?

Hago una mueca —Mi hermana puede, pero no sé.

—Pues corre a llamarla.

Y la verdad que no lo discuto, me muevo hacia mi taquilla y la abro para sacar mi móvil de ella. Estos días ni siquiera he podido responder demasiado a lo mensajes, y ya me puedo imaginar a mi novio subiéndose por las paredes por que anoche no le contesté al mensaje hot que me envió.

No era buena idea teniendo en cuenta que tenía que mezclar un par de químicos bastante peligroso.

Ni siquiera miro los mensajes, me voy directamente al registro de llamadas y busco a Lana. A Tom no me fío porque esta noche tenía reunión en la embajada, y seguro que tiene a su padre pululando a su alrededor.

Llevo el móvil a la oreja y...

Un tono.

Dos...

Tres...

—¿Que pasa?

Que humor.

—Hola ¿te pillo bien?

—Me pillas follando.

Abro mis ojos con sorpresa —¡Lane, por Dios!

La oigo reír, y de fondo a mi cuñado —¿Que pasa, Juls? Estamos tranquilos comiéndonos una hamburguesa en mi coche.

Cierro mis ojos porque no me apetece interrumpirles —Es que... —suspiro —Da igual.

—¿Que te pasa? ¿Estás bien? ¿Has acabado el trabajo?

Julie y Tom "CUANDO NADIE VE"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora