Cuando por fin sonó el timbre, recogí mis cosas y salí junto con los demás, creando atasco en la puerta. Fui fuera junto con mis amigas, y nos sentamos en nuestro banco de siempre. La verdad es que las risas y bromas hicieron que me olvidara casi completamente de lo que acababa de ocurrir.
-Ahí viene chicas, disimulad.- dijo Martina, juntando las palabras.
-¿Quién?
Supuse que se referiría a Jaime, el chico que le gustaba.
-Hey Dana, te estaba buscando.
Me giré hacia la voz que me había hablado, y me topé con esos ojos color caramelo.
-¿Jonan?- miré a las chicas, que tenían cara de "¿le conoces?".
Paula me pisó el pie, aguantando la risa. No entendía nada.
-¿Has llegado bien a clase al final?
Hice una mueca, rodando los ojos.
-Si llegar bien significa que el profesor me haya echado una mirada asesina cuando he entrado, que me haya amenazado con castigarme y me haya sacado a la pizarra, sí, bien supongo. ¿Y tú?
-Creo que he tenido más suerte- dijo, maliciosamente.- Le caigo bien a la de Biología.
Le di un torpe puñetazo en el brazo.
-Tonto.
Sin darme cuenta, me quedé sola con Jonan. Seguramente las pillinas de mis amigas me dejaron sola con él, creyendo que teníamos algo. Ingenuas... veían demasiadas películas. El timbre sonó, estridente. Mientras nos encaminábamos a nuestras clases, me di cuenta de que mucha gente se quedaba mirando a Jonan. ¿Qué les pasaba? ¿Acaso porque era nuevo?
Noté algo bloqueando mi pie, y milésimas de segundo después estaba cayendo hacia el suelo. Por suerte puse las manos a tiempo y no me estampé la cara. Las voces subieron de volumen, y me di cuenta de que estaba sentada en el suelo.
La gente se empezó a amontonar a mi alrededor.
-¿Estás bien?- me preguntó Jonan, ofreciéndome su mano.
Se la cojí y tiró de mí, levantándome. Me alisé el jersey y me puse un mechón de pelo tras la oreja, mientras buscaba con la mirada al culpable de aquello.
Una chica se acercó a mí, creo que tenía un año más.
-¿Qué te crees que estás haciendo con Jonan? Anda vamos- dijo, intentando irse con Jonan.
-Suéltame, no te conozco.
-Venga ya, te sigo por Twitter @jonanperrea.-dijo, poniendo voz de niña buena.
Les miré, confundida. La madre, no entendía nada.
-Vamos Dana, esta tía está loca.- me susurró Jonan, cogiéndome del hombo y guiándome por el pasillo.
-Y que lo digas; niñata de mierda...
Noté unos pasos detrás mío, acercándose cada vez más.
-Perdona, ¿qué me has llamado, bonita?
Me giré hacia la chica de antes; diablos. Puse los ojos en blanco.
-Mejor vamos a dejarlo, anda, no quiero problemas.- dije rápidamente.
-Demasiado tarde, haberlo pensado antes. Ni siquiera sabes a quién tienes al lado, ¿verdad?
Miré a Jonan, que estaba con la cabeza gacha. A saber qué estaría pensando.
-Se llama Jonathan, y es mi am-amigo- se me hizo raro llamarlo mi "amigo"; no sé, le conocía de apenas unos días.
Bufó, riéndose.
-Mojabragas, déjale en paz, y que vaya con gente de su edad, que no eres más que otra loompa moji.
Ahora era cuando tendría que pedirle que me hablara en cristiano. En circunstancias normales, claro.
-No sé que me acabas de decir, pero más male que te calles.
Empezamos a pelearnos, hablando cada vez más fuerte. Jonan intentaba pararme, pero hubo un momento que ya no pude más.
-Granjera, vuelve a la granja de donde has venido.- dijo la chica, mirándome de arriba a abajo.
En fin, llevaba puesta una chaqueta en plan kimono, unos vaqueros boyfriend un poco rotos (lo que me costó convencer a mi madre para que me los comprara), una camiseta normal y unas tenis. Pero la defensa se me ocurrió en seguida.
-Pues tú podrías ser mi vaca.
Y ahí fue cuando explotó la bomba. Se tiró hacia mí, empezó a gritarme y -no exagero-, creo que si hubiera podido, me habría tirado de los pelos. Jonan nos separó, y logró tranquilizarnos. A mí por lo menos.
Hasta que legó una profesora, y nos mandó al despacho del director. Sí, a los tres... Genial, más problemas.
***
Espero que os haya gustado, estoy deseando escribir el siguiente :D En fin, dad a fav y comentad, porfa ^^
Graacias ;)
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What if //Jonan Perrea//
Teen FictionUna mañana. Un autobús. Una canción. Y ya nada volverá a ser lo mismo. ~Todos los derechos reservados. No copiar ni adaptar la historia~