Capítulo 5.

52 2 0
                                    

...

-¡Gloria!-Tuve que decir en voz muy alta.- Has venido, qué alegría.- Aquel momento fue importante para mí, me sentía importante para alguien, y eso valía más que el oro, simplemente no tenía precio.

-Tenía que verte.- Me respondió sonriendo.-Te quiero.- Le dije. 

Nos dimos un abrazo enorme y como os imaginaréis, se nos escaparon algunas lágrimas. A las dos en general, pero más a mi.

-Gracias por todo lo que has hecho por mí todos estos años...- Le dije mirando para el suelo.- Espero que no me reemplaces, eh.- Me dijo bromeando.-Igualmente-Nos reímos. 

No tenía mucho tiempo a sí que ella nos acompañó a mi padre y a mí a la duana, donde nos registraban enteros por si éramos unos malotes chungos del barrio, como digo yo. Me giré y cuando iba camino de dejar mis cosas, me dí media vuelta y le dí un abrazo enorme, otra vez.

-Adiós, amiga.-Nos repetimos mutuamente.

Ya habíamos llegado a la zona de embarque. Estuvimos esperando ahí como 5 minutos o menos, me había pasado la mayoría del tiempo hablando con Gloria.

Buscando los sitios correspondientes en el avión, un chico rubio de ojos azules me tiró la maleta, fue sin querer supongo.

-Perdón, señorita.- Se rió.- No pasa nada, no te preocupes.- le respondí. Daba la casualidad de que se sentaba detrás mía, justo detrás.

Después de avanzar un poco más pero antes de llegar a nuestros asientos, me dijo:

-Por cierto, soy Diego.-Me estrechó la mano.- Soy Maya.- Le acepté su saludo. Me sonrió...

Posdata: Me encantas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora