Life goes on *COMPLETA*

5

Hacemos un viaje corto en taxi, y llegamos a un departamento. Hobi toca el timbre y reconozco la voz grave de Tae del otro lado.

Nos abre y subimos, estamos en silencio pero no es incómodo, todavia sigo intentando comprender aunque sea un poco.

Un desaliñado Tae nos recibe, se sorprende al verme pero no duda en abrazarme como si fueramos los mejores amigos del mundo.

Tomamos asiento en el living de su pequeño departamento y automaticamente él empieza a contarme como era su relación con Jimin.

Me cuenta que eran como hermanos, que se conocían de toda la vida y que cuando supo la noticia del trágico accidente sintió que parte de él se había muerto junto a su mejor amigo.

Cada palabra que sale de la boca de Tae tranquilamente podría salir de la mia. Es así como yo me siento desde que perdí a Jung, y encontrar otra persona que me entiende se siente bien. 

Nunca había hablado de la muerte de mi hermano con nadie (salvo con Jimin aquella mañana en el autobus), ni siquiera con mis amigos más cercanos pero hoy sorprendentemente me encontré descargando cada sentimiento junto a estos dos chicos que apenas conozco. 

Lloré con ellos, nos abrazamos y siento que mis lágrimas son tanto por Jimin como por Jung, siento que al fin estoy dejando salir todo aquel dolor contenido durante meses, todo lo que escondí detrás de sonrisas falsas frente a mis padres, por primera vez me dejo llevar por mis sentimientos más primitivos y lloro como nunca antes.

Las horas pasan y ninguno parece querer dejar de hablar, ahora entiendo porque Jimin los quería tanto, son muy graciosos y raros. Tae me muestra entusiasmado cada vídeo de Jimin que tiene en su celular, sus covers y confirmo lo que ya imaginaba, Jimin cantaba increiblemente y su voz literalmente es la de un ángel, le hago prometer a Tae que me enviará todos los covers cuando por fin tenga mi celular y él acepta encantado. 

Tambien me muestra las fotos locas que se sacaban juntos y estallo en carcajadas cuando veo la famosa foto de la playa, y es tal cual como la describió Jimin. Un niño regordete y pálido corriendo desnudo tapando sus blancas nalguitas con la mano. 

—Cuando te habló de mi... ¿qué te dijo?— los ojos de Tae estan brillando ansiosos. No puedo evitar reirme porque Jimin hablaba de él constantemente y es imposible recordar cada palabra pero hago mi mejor esfuerzo al responder. 

—Me dijo que eras como un alien, un chico raro y que le hacías pasar vergüenza en público— respondo entre risas.

—¡Ja! Si así soy—

—Tambien dijo que cuando eran chiquitos estuvo enamorado de vos pero sólo un poquito y que después te convertiste en su hermano, su soulmate—

La felicidad en la mirada de Tae es indescriptible.

—¿estaba felíz?— pregunta con un ápice de nostalgia en la voz.

—No hubo un día en el que Jimin no sonriera y llenara ese autobús con su luz, estaba muy felíz te lo aseguro —respondo y puedo ver el alivio instantáneo en sus ojos.

Sin dudas Jimin fue alguien excepcional, amado por todos los que lo conocieron... Yo... Yo tambien lo amo y aunque sé que cualquier persona me trataría de loco ya no me importa. 

Jimin me devolvió las ganas de vivir aún cuando él ni siquiera estaba vivo. 

Me mostró que a pesar de las dificultades y las tragedias que suceden la vida sigue y hay que ser fuerte. 

—Hay algo que no entiendo— dice Hobi que estuvo escuchándonos atentamente mientras hablábamos. Ambos lo miramos.

—¿por qué dejó de aparecer en el autobús? ¿por qué no se le aparece a Tae?—Tae frunce un poco el ceño y pone cara de estar pensando intensamente.