Hace más o menos unos cinco meses, Yoongi nunca pensó que sucederían tantas cosas en su vida como lo hicieron. Simplemente no le cabía en la cabeza, y probablemente si se lo hubieran contado, se hubiera llevado las manos a la cabeza de la incredulidad. O del horror, o de las dos cosas ya puestos.
Pero antes, remontaremos las cosas a fin de año, cuando por fin se graduó del instituto y con el orgullo por las nubes, Yoongi ya tenía pensado todo su plan de estudio para el verano entrante, con el fin de prepararse para los exámenes de acceso.
Su hermana había terminado su primer año en la universidad hace tres semanas antes que Yoongi, y por consecuente, Jungkook igual.
El último comenzó a frecuentar más a menudo por su casa como si fuera la suya y quedándose a dormir cuando le daba la gana. De todas maneras, Yoonji estaba encantada de poder tener a su mejor amigo en casa todo el día con tal de no tener que irlo a buscar hasta su casa, o al revés y así salir los dos y volver cuando querían.
Lo que Yoongi agradeció cuando se encontraba en sus exámenes finales porque si hubiera tenido a esos dos encima suyo estando tan ocupado Yoongi tal vez hubiera descubierto un lado suyo del que temerían.
Pero no fue así.
Yoonji y Jungkook se marchaban a las cinco de la tarde y aparecían a las cinco de la mañana demasiado borrachos como para llegar más lejos del sofá. Yoongi la primera vez se asustó mucho al escuchar cómo intentaban abrir la puerta. Pensó que unos ladrones estaban intentando forzarla, pero tenía tanto miedo que no se atrevió a salir de la cama. Fue al día siguiente que con una sartén en la mano y el pijama todavía puesto, abrió la puerta él mismo lo más mínimo solo para ver que su hermana y el idiota de su amigo se habían quedado dormidos en la entrada.
Luego los dos le explicaron, todavía con resaca, que Yoonji ni él pudieron meter la llave en la cerradura de lo borrachos que estaban y que rendidos se quedaron dormidos.
Durante esas tres semanas en las que Yoongi terminaba el año, fue testigo de sus idas y venidas. A veces salían a buscar fiesta y a veces, la traían a casa. Yoongi cree que esas ocasiones eran peores, porque al día siguiente era él quien (para que la mugre no se los comiera) limpiaba toda la casa de arriba a abajo entre cuerpos tirados por el suelo, y otros lugares en los que Yoongi nunca pensó que alguien podía acabar.
A veces se encontraba con Jungkook mientras recogía la basura que se quedaba por el suelo, este salía de algún cuarto con una expresión somnolienta y solía quedarse mirando a Yoongi desde la otra punta con los ojos entrecerrados y una expresión desorientada para soltar las únicas palabras que le dirigía en todo el día (cuando no se reía de él):
— ¿Y tú quién eres? — a lo que la primera vez Yoongi no supo si le estaba tomando el pelo o si lo decía de verdad. Daba igual porque Jungkook no esperó respuesta cuando comenzó a imitar a Yoongi y a caminar entre los cuerpos tirados por el suelo, solo que él, por los estragos del alcohol, cayó estrepitosamente sin volverse a levantar. A los segundos Yoongi escuchó suaves ronquidos y continuó con lo suyo al comprobar que el pelinegro no había entrado en ningún coma etílico.
Yoongi vivió en relativa tranquilidad hasta que oficialmente entró en vacaciones de verano y a final de curso.
Allí fue donde las cosas tomaron un grado totalmente diferente y lo otro a su lado, se volvió una tontería.
Y es a partir de ahí, donde se contará esta historia.
✨;— Stress reliever, muy pronto✨
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Stress reliever; Kookgi
FanfictionYoongi es el hermano menor de Yoonji. Está preparándose para los exámenes de acceso a la universidad de Seúl y se pasa más tiempo estudiando que siendo persona. Por nada del mundo puede permitirse el lujo de holgazanear cuando tiene que asegurarse l...