Capítulo III

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Cuando entró al coche se notó a leguas que Yoonji no estaba dispuesta a recibirlo de buena manera. Ni siquiera un poco.

Tomó asiento de la forma más callada posible, pero eso no detuvo a su hermana de hablar.

— ¿De verdad tenías que traerlo? — escupió con rechazo, sin siquiera una simple mirada a la persona con la que compartía sangre y dirigiéndose a su mejor amigo que tenía una sonrisa plasmada en el rostro.

Jungkook se dejó caer en el asiento del copiloto, como si no fuera consciente de la tensión en el ambiente y la cosa no fuera con él.

—¡Claro! Deja que se divierta un poco. La fiesta no es solo tuya Yoonji. — dijo Jungkook con diversión y la pelinegra solo rodó los ojos, mirando por primera vez desde Yoongi entró al coche a través del retrovisor.

— Que sepas que pienso dejarte tirado si tu culo no está en ese asiento llegadas las cuatro de la noche, mocoso.

***

Yoongi no supo durante cuánto tiempo su hermana estuvo conduciendo, pero no le costó deducir que estaban llegando a la supuesta fiesta al entrar en una zona mucho más lúgubre y apagada en comparación a todas las calles por las que habían pasado.

Además apartó la mirada abochornado cuando sin siquiera haber llegado, a través de la ventana pudo ver como una pareja mantenía relaciones en una esquina más apartada y oscura del resto, se imaginó que justamente para evitar ser vistos, aunque no les había servido de mucho.

— Ya hemos llegado. — avisó su hermana, y sin hacerla esperar más se desabrochó y bajó del coche encontrándose con un escenario que le causó náuseas.

Lo típico que podrías encontrarte en una fiesta llena de adolescentes hormonales y alcohólicos.

Música, gente bailando bajo luces de neón y alcohol, mucho alcohol.

— Vale, a partir de aquí me importa una mierda adónde vayas Yoongi — habló de repente Yoonji, sacando un cigarrillo sin siquiera haber salido del coche y dándole una calada después de encenderlo con habilidad — Tú eres tu propia responsabilidad, y si me jodes la fiesta con tus tonterías me las vas a pagar. Estoy jodidamente estresada y no pienso aguantar tu mierda. — dijo duramente y Yoongi solo asintió huyendo de su mirada. Eran muy similares, literalmente como la versión del sexo opuesto del otro, pero Yoonji tenía un carácter mucho más fuerte que el suyo, y sabía bien que no merecía la pena discutir las cosas con ella.

— Bien, no seas un incordio, hermanito. — dijo a modo de despedida, pues enseguida abrió la puerta y salió — voy a por una cerveza Kook, ¿y tu que vas a hacer?

— Yo buscaré a Seokjin, me dijo que él también estaba en la fiesta para que fuera a saludarlo. — la chica asintió con desinterés.

— Guay, estaré en el jardín interior si me necesitas para algo.

Con un toque en el coche Yoongi vio a su hermana perderse en el gentío, dejando salir el aire que estaba reteniendo en sus pulmones hasta ahora.

— ¿Es dura, eh?

Yoongi dirigió su mirada a través del retrovisor, y se quedó manteniendo contacto visual con Jungkook unos instantes. Intentando descifrar algo en ellos. Se rindió y supuso que solo le debía parecer entretenido verlo así.

— No quieras hacer como si sintieras pena o algo por el estilo Jungkook — No fue su intención sonar tan ¿decepcionado? pero si lo pareció y antes de que el ambiente se volviera extraño añadió: — no eres quien para hablar, ¿piensas devolverme ya mi libro?

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⏰ Última actualización: May 29, 2022 ⏰

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Stress reliever; KookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora