Capítulo I

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Era el girar del ventilador, el helado de limón que sujetaba y su camiseta de tirantes blanca que le hacía saber a Yoongi que el verano había llegado con fuerza a la ciudad.

No había perdido tiempo en comprar cajas de helados de diferentes sabores en el mercado de abajo de su casa para resistir a lo que sabía serían días muy largos de un calor asfixiante.

A pesar de tener un ventilador giratorio, Yoongi abría la ventana de su cuarto para conseguir cualquier tipo de ventilación extra. Cualquier airecito era bienvenido.

Llevaba toda la mañana solo y no podía sentirse mejor.

Se levantó temprano, cerca de las ocho de la mañana, se duchó en ayunas con agua fría y tomó un desayuno variado mientras miraba la televisión un rato para después sentarse en su silla giratoria y comenzar a organizar sus apuntes.

Su hermana, Yoonji, no daba señales de vida desde ayer por la tarde, le dijo a Yoongi que llegaría tarde, pero horas después lo llamó de nuevo para decirle que se quedaría a dormir en la casa de Jungkook.

Y es que Yoongi no pudo recibir mejor noticia.

Se asustó un poco cuando de repente la voz que sonaba al otro lado de la línea no era la de su hermana, sino la de Jungkook, su mejor amigo, y este con un tono pícaro le dijo que no tenía que preocuparse porque no harían cosas inapropiadas.

Yoongi se aferró al teléfono sonrojado, avergonzado por las cosas que decía el pelinegro.

"Estoy seguro de que estás rojo ahora mismo Yoongi-ssi, ¿En qué estás pensando? Pequeño sucio..."

Decía Jungkook al teléfono, mandando un escalofrío por la espina dorsal de Yoongi, que poniéndose aún más rojo, le gritaba que no le importaba qué hacía con su hermana, para eventualmente escuchar sus estruendosas y molestas risas antes de colgar sin darle oportunidad a Yoongi de hablar.

Yoongi había trabajado en no alterarse tanto, pero le enrabiaba que lo dejaran como un malpensado cuando los que tenían la mente retorcida eran ellos.

De todas formas, Yoongi no permitió que Jungkook le arruinase el día, y al poco tiempo apartó eso de su mente y se obligó a aprovechar del tiempo sin esos dos cerca al máximo.

No hizo gran cosa, pero sinceramente cuando tus asuntos siempre son interferidos a diario, las pequeñas cosas son suficientes para hacerte sentir mejor cuando no hay nadie que las fastidie.

Se puso a estudiar con calma, solo, en paz y tranquilidad. No sabía cuándo había sido la última vez que su casa había estado tan silenciosa, pero lo adoraba. Puede que se hubiera acostumbrado al barullo de fuera, pero nada se comparaba al silencio penumbral de la soledad.

Cuando Yoongi solo escuchaba sus propios pensamientos y los sonidos que hacía al sorber el helado junto al pasar de las páginas de su libro.

Estaba tan silencioso, y Yoongi se sentía tan tranquilo, que sintió que se le salía el corazón por las orejas cuando escuchó la notificación de su teléfono.

Mamá

Yoongi cielo, mamá volverá este fin de semana. No puedo esperar para veros. Me han dado un par de semanas libres para descansar y la verdad es que no pienso moverme de casa, realmente necesito una pausa TT.

Por cierto, ¿dónde está tu hermana? No me coge el teléfono, esta niña no hace nada más que preocuparme, menos mal que te tengo a ti, Yoongi-ssi. A mi niño responsable TT.

Mamá te echa de menos, cariño. Comamos algo delicioso cuando nos veamos, ¡yo invito!^^🍜🍜🍜.

Yoongi no pudo evitar sonreír con ternura hacia la pantalla. Sabía lo mucho que trabajaba su madre para sacarlos adelante.

Stress reliever; KookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora