Stress reliever; Kookgi

Capítulo II

Jungkook ha estado presente prácticamente toda su vida.

Desde que Yoongi tenía uso de memoria, Jungkook siempre había estado ahí, junto a su hermana.

¿Y cómo que él no va incluido en el paquete si siempre han estado los tres?

Fácil.

Yoongi siempre ha tenido gustos diferentes. Y aunque en un principio intentó negarse a este hecho, inevitablemente surgió de él como parte de su naturaleza.

Existió una temporada en la que sí  intentó forjar una especie de amistad con Jungkook. Intentó seguirles el ritmo a Yoonji y a él, a comportarse como ellos, compartir tiempo con ellos e intentando que le gustasen las mismas cosas que ellos para tener los mismos gustos en común.

Yoongi pensó que así de esa forma tal vez le acabaría encontrando el gusto a lo que hacían ellos.

Yoongi se sentía fuera de lugar, él quería un poco de lo que su hermana y Jungkook compartían, esa conexión, esa complicidad, quería formar parte de ello. Y realmente se esforzó por caerles bien.

Yoongi se unía a las travesuras de esos dos lo mejor que podía. En su mente todavía de niño de diez años, le decía que las cosas que hacían estaban mal, pero luego veía como ellos dos lo validaban y se le pasaba. Era ya un poco más que nada, ¿verdad?

Pero luego de acabar castigado a quedarse en los recreos para leer un libro por hacer travesuras con los niños más mayores de su colegio, Yoongi encontró demasiado gratificante sentarse, mantenerse en silencio, y perdiéndose entre los libros de lectura que su profesora le había asignado por portarse mal.

“— Yoongi-ssi, te has vuelto muy aburrido. —  le dijo una pequeña Yoonji de coletas altas y esa expresión pretenciosa que a día de hoy conservaba. Un Jungkook un poco más alto y delgaducho justo a su espalda, con esos ojos grandes observando la situación sin decir mucho más al respecto.

Yoongi había rechazado otra vez ir con ellos y Yoonji parecía comenzar a molestarse por ello. En cambio, Yoongi no sabía decir muy bien qué podría estar pensando Jungkook.

— Has empezado a leer incluso fuera del colegio, ¿te crees más inteligente que nosotros, bobo? Soy mayor que tú. — expresaba con la crueldad de una niña pequeña Yoonji, enfadada con su hermano pequeño.

Yoongi en su lugar, solo pudo encogerse y apartar la mirada, apretando con todas sus fuerzas ese preciado libro contra su pecho. Deseando que su hermana se cansase de hablar y lo dejara en paz.

— Simplemente me gusta, Yoonji-noona. Déjame en paz o se lo diré a mamá. —  se defendió como pudo un pequeño y sonrojado Yoongi, desviando sus pequeños ojos rasgados de vez en cuando hacía un Jungkook serio y callado, viendo de inmediato como su amenaza hizo que su hermana cortara sus palabras y chasqueaba la lengua.

— Eres un chivato, ¡siempre yendo a mamá como un bebé! —  espetó una Yoonji roja de impotencia y salió del cuarto de su hermano dando pisotones en una pataleta sin decir nada más.”

Jungkook no hizo nada mucho más diferente, cuando Yoongi alzó su mirada, Jungkook siguió viéndolo inexpresivo y poco después dejó el cuarto para seguir a su hermana sin decir nada.

Yoongi pensó que eso fue incluso muchísimo peor que haberle reclamado algo. ¿Quería decir que en realidad siempre le había dado igual Yoongi? ¿Era eso todo lo que había dejado él en Jungkook? ¿Silencio?

No obstante, eso ya le dejó de importar a Yoongi hace mucho tiempo. Desde que encontró su pasión por el aprendizaje y como disfrutaba de la soledad y la tranquilidad, se llevó la grata sorpresa de no echar de menos los momentos compartidos con su hermana grosera y Jungkook.