Mas barato por docena o más [TERMINADA]

Capítulo 4

Todo estaba oscuro, no podía sentir su brazo izquierdo y su único ojo bueno no funcionaba como debería. Los sonidos del goteo estaban por todas partes, resonando, recordándole que no podía irse. La paliza fue, con mucho, la peor parte, un recordatorio de que no importa lo que sufra, nunca se irá. Los orcos con sus sonrisas retorcidas eran una constante, las burlas de los goblins siempre le recordaban que lo había perdido todo. Fracasó, falló a su padre, a sus hijos, a sus nietos, a su gente, a sus antepasados ​​y a su mejor amigo.

Acostarse era bueno, no podía morir, no lo dejaban. Pero este, simplemente tumbado en la fría piedra, oliendo la tierra y el moho, sus heridas solo son un latido sordo. No debería tener hambre de la luz del sol, pero la tenía, estaba hambriento por cualquier cosa que no estuviera muerta y en descomposición. No sabía lo que comía, sabía que era mejor no preguntar, pero lo sabía. Sabía que ahora conocía el sabor de enano, elfo, orco y hombre. Fue bueno simplemente recostarse y tratar de olvidar.

¿Por qué tiraban de su brazo? Ningún orco podía bajar donde estaba. Al levantar la vista vio la cara, se parecía a Fundin. Debe estar peor de lo que pensaba, tenía que estar alucinando.

No soy un sueño, viejo amigo. Ahora, saquemos tu maldito trasero de aquí.

La cama se sacudió con sus movimientos, sus piernas patearon las sábanas y sus brazos balancearon su hacha. Le tomó mucho tiempo calmarse, se calmó solo después del satisfactorio golpe de su hacha enterrándose en la pared.

Jadeando miró a su alrededor con su ojo bueno, la habitación era normal para una posada. La cama era resistente, pero barata, era como dormir sobre rocas y tenía un olor distintivo a alcohol. Respirando profundamente, recordó, estaba en una posada llamada Prancing Pony. Ya no estaba en ese pozo de orcos. Estaba casi cuerdo. Fundin, oh querido Mahal, Fundin lo había sacado.

Su mejor amigo Fundin, que resultó gravemente herido, entregó a sus pequeños para que vinieran a salvarlo. No era la primera vez que gritaba en sus manos, podría haberlo detenido, podría haberlo hecho. Podría haber evitado que su padre intentara recuperar Azanulbizar, podría haber detenido la enfermedad de su padre. Pudo haber detenido todo.

Sus gritos debieron haber despertado a sus hijos, podía oír los pasos pesados ​​de Frerin y los más ligeros de Dis corriendo por el pasillo hacia él. Cuando la puerta se abrió de golpe y la luz entró, quemando su piel y ojos, dio otro grito ignorando a su familia. No deberían verlo así.

"¡Khagam! Khagam, detente, somos nosotros, Khagam ". Los por favor iban acompañados de manos, las voces sonaban como su hija. Les gruñó a los inteligentes goblins, tratando de engañarlo de nuevo.

"Fuera." Gritó, los goblins eran inteligentes, se fueron rápido. Esta noche, sus remos se salvarían de sus puños. Si regresaban, los mataría, los mataría por intentar engañarlo. No eran sus hijos, su niña y su niño fuerte eran más inteligentes que eso. Sabían que era mejor no tratar de consolar a un tonto traumatizado como él, lo sabían mejor.

Sollozando en sus manos, se preguntó, ¿en esto se ha convertido la línea de Durin? Que los grandes Durins se hayan convertido en nada más que viejos tontos balbuceando que no podían ayudar a su gente. Frerin se esforzó tanto, su hijo se esforzó tanto en ser el herrero para ayudar a alimentar a su gente. Dis se esforzó tanto, su chica se esforzó tanto en ser el músico o cualquier cosa para ayudar a alimentar a su gente. Pero ninguno de sus hijos sabía cómo liderar, nunca les había enseñado.

Eso fue su culpa, fue su culpa de nuevo. Podía escuchar los pequeños susurros, que sonaban tanto como orcos y duendes. Fue su culpa que todo sucediera. Fue su culpa que su bebé Thorin, sus nietos Fili y Kili, sus mejores amigos, los niños pequeños Balin y Dwalin, sus primos pequeños Dori, Nori y Ori, y las mejores familias de mineros solo descendientes vivos Bifur, Bofur y Bombur fueran perdió. Quizás los niños habían sido vendidos como esclavos o asesinados por los hombres que tendieron una emboscada a su pueblo.