Última lluvia, grandes notas.

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Sin darse cuenta, todo volvió a como era antes. El silencio aturdía a Poco mientras éste veía los hogares, los adornos, la gente, el cielo, todo como nuevo. Todo había pasado tan rápido. Las personas lo miraban confundidas, mientras se preguntaban que es lo que había sucedido.
Después de un momento, el mariachi se percató de que estaba sosteniendo algo. ¡Era su guitarra! Aun seguía con él y funcionaba perfectamente. Era como si lo hubiera seguido.
De pronto, Piper se asomó.

Piper: ¡Poco!

Poco: ¡Piper!

Ella corrió hacía el mariachi, abrazándolo.

Piper: ¡¿qué fue lo que pasó?!

Poco pensó callado por unos segundos.

Poco: lo siento, me equivoqué.

Piper: ¿De qué hablas?

Poco: no mantuve el balance. Toda mi vid... bueno... mejor dicho mi muerte, busqué la paz, la tranquilidad, las respuestas a preguntas que aun no entendía. Todo lo hice mediante la música. Mi conexión con la vida y la muerte me llevó a ser algo mas que un esqueleto. Todo eso fue hasta que te conocí. Desde ese momento dejé que el destino decidiera por mi, lo cual en vez de ser una solución solo fue una manera de rendirme. Estaba asustado. Tengo que cargar con un poder mucho mas grande del que creí. Cuando estaba en completa soledad no era un peligro. Pero cuando estuve en compañía... osea... contigo, me volví un peligro. Esa fue mi debilidad.

Piper: Poco... yo...

Poco: pero luego lo vi todo. Literalmente lo vi absolutamente todo. El conjunto de la vida, muerte, realidad y existencia estuvo en frente de mi cara. Ahora solo se que el único que puede matarme, que puede hacerme rendir, soy yo. No solo es así conmigo. Es contigo, conmigo y con todo el mundo.

Piper: Poco... no fue culpa tuya. Yo fui parte de todo ésto. Sabes que mi pasado no se diferencia demasiado con el tuyo. Y sabes que no necesito ver lo que tú viste para entenderte. Ahora solo quiero preguntarte que es lo que harás.

Poco la miró en silencio, pensando. Miró el cielo, miró a la gente. Observó todo.

Poco: ... yo... quiero vivir. Aunque esté muerto quiero vivir. Quiero sentir cada segundo del camino que vaya a recorrer. Quiero sentir a mis amigos, quiero sentir tu canto y además... quiero tocar una canción sobre eso.

Piper soltó una lágrima al sonreírle a su amor.

Piper: ¡te amo!

Ambos se besaron bajo las estrellas muertas, las cuales cantaban una vez más.
De pronto todo comenzó a brillar. Los dos empezaron a flotar lentamente mientras unos soles azules bailaban alrededor de ellos. Unos soles que finalmente cayeron como gotas de agua. Así, Poco y Piper desaparecieron de allí.

Al acabar su beso, ambos abrieron los ojos despacio. De repente, Poco se dió cuenta de que sus manos dejaron de tocar huesos. Comenzó a sentir piel.

Poco: ¡Piper! ¡Haz vuelto a la normalidad! ¡Estas viva!

La chica se miró a si misma, confundida.

Piper: ¡no puedo creerlo! ¡hemos vuelto a nuestro mundo! ¡Mira las rocas, las plantas, los lagos! Tu... lo conseguiste. ¡Tu poder nos trajo de vuelta, Poco!

Poco: ¡tenemos que ver a los demás! ¡Deben estar preocupados!

Piper: pero... tu sigues siendo un esqueleto. Sigues muerto.

Poco se acercó hacia ella y tomó sus manos.

Poco: te equivocas... estoy mas vivo que nunca.

Así, los dos caminaron hacia el atardecer, el cual inundaba el desierto con su momento, esperando a que encuentren a sus amigos y que así puedan contarles todo lo sucedido con una canción.

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2 semanas después...

Barley: ¿deseas alguna bebida, Piper?

Piper: no gracias, estoy bien. Pero... ¿sabes que hora es?

Barley: son las cinco de la mañana. Tú y Poco deberían volver a casa. Por cierto... ¿donde está él?

Piper: ah, a veces a esta hora le gusta caminar cerca del bar, en donde hay silencio. Allí practica con su guitarra por unos minutos. Yo siempre lo acompaño y aprovecho para visitarte a ti a los demás.

Colette: si, me encantan tus visitas. La próxima vez también dile a Spike que venga. Por alguna razón cada vez que quiero jugar con él sale corriendo. Quizas le gusta mucho jugar a la mancha. Deberíamos hacerlo todos juntos.

Piper: uhm... no, así esta bien, Colette. Gracias.

Barley: no entiendo como Poco puede estar hasta las cinco de la mañana tocando la guitarra con tanta lluvia.

Piper: por favor... lo conoces bien para saber que él es Poco. La lluvia es todo lo que él necesita entender y eso lo comprendo. Por eso lo quiero.

Mientras tanto, el esqueleto caminaba por el pasto bajo la hermosa noche que lo acompañaba. Podía sentir las gotas mientras el cálido cielo nocturno golpeaba sus pensamientos.
Toda su expresión se resumía en como se movía, como pisaba, como cada uno de sus dedos huesudos movían las cuerdas de su guitarra, creando la melodía en la que el universo se juntaba para gritar, llorar y reír. Poco con sus notas dejaba marcas en las gotas. La realidad no dejaba de expandirse para él. La infinidad era un sonido mas en sus ideas. Sin embargo, podía darle forma. La forma de un acorde. Un acorde que recorre la galaxia, el amor, los sueños, la vida, la muerte. Pero a pesar de la magnitud de varias cosas reales o no, todo siempre termina con una nota cayendo sobre la cabeza de Poco. Todo siempre termina y comienza... con una nota lluviosa.




FIN 🎶💛💀

FIN 🎶💛💀

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Poco X Piper - Notas lluviosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora