Hey pequitas [DoDam]

20: Cita doble y algo de caos

Después de explicarle a Jihoon por última vez que solo estaba acompañando a Yedam a evitar pasar un mal rato, salió de su dilema mental y abrió la llave de la regadera.

Se terminó de secar y caminó a su cama para agarrar la ropa que había preparado con anticipación, bueno, Jihoon se la había escogido, pero era casi lo mismo.

— Que bien te ves —le dijo su primo en videollamada.

— ¿Es necesario que use este suéter azul?

— Sí, hará frío en la noche.

— Pareces mi mamá —se rió mencionando eso.

— En ese caso yo sería tu papá, Hyunsuk sería tu mamá.

— ¿Hyunsuk? 

— Él me dijo que debías llevar suéter, ya sabes como es de sobreprotector.

— Meh —elevó los hombros y le colgó a su primo—. Jihoon idiota.

Doyoung sabía lo que sentía Hyunsuk por su primo y le molestaba que Jihoon fuese tan idiota de no darse cuenta de lo obvio, pero él no se podía meter en los problemas de sus amigos así que solo tocó el puente de su nariz y suspiró.

Para suerte de él, Yedam llamó a la puerta 5 minutos antes de lo acordado. Doyoung abrió grande los ojos, no se había terminado de maquillar y no iba a permitir que desconocidos lo vieran sin el maquillaje.

De pronto su celular vibró.

[Yedam]

Ya me dejó pasar Minah, ¿estás listo?

— No —dijo detrás de la puerta—. Solo me falta la base y termino.

— ¿Te vas a cubrir tus pequitas? —hizo un puchero que por suerte Doyoung no vio.

[.....]

— Pensé que no vendrías —sonrió al ver al coreano llegando con una bolsa llena de jugos.

— ¿Bromeas? —rió burlonamente—. Yedam me mataría.

— No sabía que a Yedam le gustaba Doyoung

— Yedam no deja de hablar de él —rodó los ojos—. Desde hace años.

— ¿Por qué quemas a tu mejor amigo?

— Porque me divierto —sonrió y se sentó en la manta—. Listo, ahora que lleguen tú y yo debemos parecer estar teniendo una cita.

— Me gustas Jeongwoo —soltó el japonés mientras se sentaba—. Mucho, me gustas mucho.

— Lo sé —observó a Haruto—. Pero somos hombres.

— ¿Y eso que tiene de malo?

— No es correcto —agachó la mirada—. Mis padres me matarían si me ven con un hombre.

— Entonces que no nos vean —sonrió y se acercó a Jeongwoo—. Solo dame una oportunidad

— Haruto...yo... —sentía como sus ojos se enfocaban en los del japonés. 

Jeongwoo era un tonto porque no quería aceptar que Haruto le gustaba un poco, pero su miedo era más grande. Siguió observando a Haruto, el japonés acarició su mejilla y de inmediato agachó la mirada.