𝐘𝗲𝘀 𝗠𝘆 𝗟𝗼𝗿𝗱 [ 𝗞𝗼𝗸𝗶𝗰𝗵𝗶 𝗢𝘂𝗺𝗮 𝘅 𝗥𝗲𝗮𝗱𝗲𝗿 ]

¡ 𝗣𝗥𝗢𝗟𝗢𝗚𝗢 !

Un honorable rey de la época victoriana, con gran dotes de líder y de justicia pura.
Kokichi Ouma de tan solo veinte años había heredado el trono por parte de su madre; Ludenberg Celestia.

Sin compromiso alguno de matrimonio o noviazgo, no le importaba nada de eso al joven rey y agradecía de todo corazón que su madre no le inculcara eso.

Pero un día en el que paseaba por callejones peligrosos, conoció a una joven guardiana que le protegió de unos bandidos, este se había sentido medianamente atraído por la joven de mirada azulina.

La actitud y personalidad de la joven era tan aburrida para el joven que solo se digno a acabar con esos pequeños sentimientos haciendo sentir mal a la muchacha.

Pero el destino le jugó una broma de muy mal gusto.

¿O debería llamarse Karma?

- Celestia me informó lo que le sucedió hace unos días - hablando con un tono elegante, Byakuya Togami puso sus codos encima de su escritorio y apoyo su barbilla en sus manos entrelazadas.

- Si, no es para tanto, pude librarme de aquellos bandidos sin problema. - Kokichi había ocultado la verdad ante los azules ojos del importante conde que tenía enfrente.

El rubio se levantó de su asiento e hizo una seña a uno de los guardias que estaba custodiando la puerta de la oficina.

- Tu madre también me pidió que hiciera algo por ti - anuncio caminando sin prisa hacia la puerta hasta encontrarse con alguien más.

Una vez dijo algo en voz baja, Togami regreso a su escritorio y volvió a tomar aquella tan elegante posición.

- ¿Algo por mi? - pregunto con curiosidad el joven de mirada purpura - ¿Que cosa?

Todo fue silencio hasta que unos sonidos provenientes de alguien usando unos tacones se hicieron escuchar, los pasos se hacían más fuertes a la vez que abrían la gran puerta de madera.

- ¿Me necesita, señor Togami? - pregunto aquella persona con una voz andrógina a la vez que se acercaba al escritorio del conde y se ponía a un lado de el.

- ¡T-Tu! ¿¡Que haces aquí!? - pregunto con histeria Kokichi una vez vio mejor a la persona que se posicionó al lado del conde.

- Sigues emanando energía como siempre - le hablo la joven de voz neutral - y respondiendo a tu pregunta, yo trabajo aquí y soy la guardaespaldas personal del señor Togami y la señora Fukawa.

Aquella respuesta hizo sorprender al joven rey.
Esa chica de mirada azulina y cabellera blanquecina era la misma que lo defendió de aquellos bandidos hace unos días y la misma joven a la que había tratado mal aún siendo está su salvadora.

- Veo que se conocen bien, eso facilita las cosas - hablo por fin el rubio de mirada azulina.

- ¿A que se refiere? - pregunto con curiosidad la joven aún sin perder sus modales.

El conde los miro de reojo y luego se levantó de su silla para anunciar aquella respuesta.

- De hoy en adelante ustedes dos trabajarán juntos, Kokichi ella es Senju y será tu nueva guardaespaldas - respondió con tal seriedad que se interpretaba fácilmente como una orden que tenías que cumplir si o si...

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Este vendría siendo el prólogo aaaaah.
Bueno nos vemos otro día. . .