Mr. Morningstar (l.s) ღ AU LUCIFER (EN PAUSA)

XIII. Tener que ser más

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—No.

Contestó el ojiazul sin manera de acceder al ver a Harry con el traje con una camiseta blanca, resaltando entre el saco y pantalón completamente negro.

—¿No te gusta?

Cuestionó el rizado mientras giraba en su propio eje en medio del living de su penthouse en frente de Louis, el cual se encontraba enrollado en una manta mientras comía desde un bote de helado con sus ojos azules analíticos volviendo a asimilar el conjunto de Harry para después negar con su cabeza mientras tenía una cuchara dentro de su boca llena de nieve de chocolate.

—Creo que no es muy tú, la pregunta verdadera es ¿cómo te sientes tú?

Harry ladeó un poco su cabeza. —¿Qué clase de psicología inversa es esta?

—Oye —dijo dejando el bote de helado mientras se levantaba y caminaba hasta el diablo—, no trato de entrar en tu cabeza, solo te preguntó tu cómo te sientes con eso puesto.

El rizado se le quedó mirando embalsado por unos segundos examinado todas las lindas facciones de su detective mientras lo sujetaba de su cintura y le dejaba un beso esquimal haciendo que Louis riera muy bajito colocando sus manos en la nuca del rizado el cual bajó hasta lo labios finos y dejar un lindo suave beso sobre estos, luego uno sobre la comisura de sus labios lambiendo después en esa zona.

—Tenías chocolate —susurró contra los labios rojizos sabor a chocolate para volver a dejar otro beso del otro lado de su boca—. Aquí también —besó su mentón—, y aquí —decía mientras iba dejando besitos por toda la cara de Louis mientras este reía bajito recibiendo todos y cada uno, ambos retrocediendo hasta que llegaron al sillón donde Louis se sentó con Harry arriba de él.

Harry tomó el mentón de Louis para esta vez solo concentrase en los rojizos labios sosteniéndolo aun de su cintura pero con más fuerza mientras jalaba de esta hacia él con Louis abrazándolo por los hombros disfrutando el embriagador sabor a alcohol de Harry.

Louis detuvo la mano del rizado la cual estaba ya tocando la piel bronceada por debajo de la playera.

—Se te va a hacer tarde.

—No importan, no quiero ir.

—Vamos solo es una cena con tu padre.

Frunció su ceño. —No es solo eso, el cree que como Arael esta fallando en su tarea, piensa que bajando a la tierra para hablar conmigo en una linda cena podrá lograrlo.

Soltó un sonido pensativo mientras se recostaba sobre el sofá de piel jalando a Harry con él para que el rizado se acostara sobre su pecho entre sus piernas mientras Louis jugaba con los rizos.

—Bueno, ¿de qué te quieren convencer?

—De volver al infierno.

—Cierto, metáforas —murmuró Louis sin ver que Harry torcía los ojos—. Tu padre, Dios, quiero suponer, uhm, él tal vez no quiera hablar contigo sobre eso.

—Oh créeme que no lo hablara directamente, el tratará de convencerme con sus jueguitos de manipulación, lindas y directas palabras.

—¿Y lo va a lograr?

Harry sonrió después de todo. —No.

—¿Por qué? —dejo de jugar con los rizos.

Lo abrazó del torso respirando primero escuchando el corazón de Louis latir siendo el sonido más gratificante de todos. —Uno, él es Dios y yo, yo soy el diablo —se le revolvió un poco el estómago a Louis por eso, y Harry lo sintió—. Dos, jamás volvería a ese lugar. Tres, y mucho más importante, significaría dejarte a ti lo cual mi padre esta jodidamente loco si cree que voy a hacer eso.