𝐜𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟒

188 21 2
                                    

°Narrador omnisciente°

Ya dentro del despacho en el segundo piso de la comisaría, se encontraban Conway y Fred a la espera del otro chico.

"Haber capullo, la paciencia no es una de mis putas virtudes, así que venga, canta para mi pajarito" soltó el de gafas oscuras una vez estuvo sentado en su silla de cuero "¿por qué el otro capullo estaba tan alterado por encontrara su bolso?¿de donde cojones salieron esos nombres?¿qué sucede con esa extraña llamada, quien pollas era y para qué llamaba? y por último, ¿qué cojones sucede con la actitud del crestitas?" interrogó sin dejar tiempo a una contestación del otro.

"Bueno, bueno, bueno, ¿pero qué es esto?" respondió el de pasamontañas con su tan típico tono de burla "eh, esto no es un interrogatorio viejo, cálmese. TÓMESE UN TÉ ABUELO QUE SE LE SUBE LA PRESIÓN" comentó irónico.

El de gafas oscuras frotó su sien con una mano mientras suspiraba, ya resignado con la tan conocida actitud del otro.

"Si no quieres que me ponga a repartir porrazos es mejor que dejes las gilipolleses y empieces a puto cantar, anormal!" respondió aún con su mano masajeando su sien.

"¿Ve lo qué le digo, papu? tiene que cuidarse que se le sube la presión" volvió a burlarse el joven "en fin, sobre la actitud de crestas de mierda no tengo ni idea" respondió un poco más serio al ver que su superior bajaba su mano para sacar su porra.

"Ajá, y yo soy tu abuela, no te jode anormal! Ustedes son como culo y calzón, y tomando en cuenta tu personalidad manipuladora y obsesionada por el poder es imposible que haya algo del crestas que no sepas, seguro sabes hasta cuantas veces va a mear al día" comentó con ironía el superintendente

"Para su información, yo no soy un manipulador y mucho menos tengo obsesiones como esa" refutó Fred con falsa indignación "Claro que hay cosas de Horacio que no sé, tampoco estamos juntos las 24 horas del día, los siete días de la semana, sabes?" continuó mientras caminaba hasta la silla donde habitualmente se sienta al estar de aquel lugar "que por cierto, va entre cinco y doce veces al baño a mear..." susurro con indiferencia mientras desviaba la mirada

Con algo de asco y sorpresa, el de gafas oscuras se quedó viendo al otro en espera de que continuará respondiendo sus preguntas.

"Realmente no se nada sobre su reciente actitud, hace algún tiempo también se comportó de esta forma, pero luego de disculparme y un poco de sentimentalismo mediocre él siempre volvía a ser Horacio el osito cariñosito" prosiguió con algo de indiferencia "sobre quién era el del teléfono, por el nombre puedo decir que seguramente sea un viejo amigo nuestro, de nuestra ciudad pasada, era el mejor amigo de Horacio, la tercera persona más importante en su vida..." comentó bajando inconscientemente su tono de voz y un poco fuera de su mente "se supone que al venir aquí dejaremos todo atrás, así que no tengo idea de cómo consiguió ese número o de qué trataba la llamada" culminó normalizando su tono de voz y volviendo su mirada a su superior.

Sin darle tiempo a Conway de preguntar más sobre ello, ni al de pasamontañas de seguir respondiendo las preguntas, la voz del chico que era el tema de conversación de éstos dos se escuchó por la radio policial.

{Aquí subinspector Dan entrando de servicio, super donde se encuentran?}

El nombrado tomó su radio mientras fijaba su mirada en el chico frente a él {Despacho de arriba} sin decir nada más soltó la radio y se inclinó en su silla para apoyar sus codos en el escritorio delante de él.

Sin más preámbulo Dan subió rápidamente a donde su superior le indicó anteriormente y sin tocar la puerta del lugar entró.

"¿Dónde está?" preguntó sin dar tiempo de hablar a ambos hombres que se encontraban sentados mirándolo.

Me cansé de fingir- Horacio PérezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora