𝐜𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟓

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°Narrador omnisciente°

Tras dejar al rubio de pasamontañas blanco en las celdas, Conway regresó al despacho en silencio, y al entrar solo se sienta donde antes a la espera de alguna reacción por parte del otro.

Sin perder el tiempo y tratando de evitar cualquier divagación sobre el tema, Horacio fue directo al punto que quería tratar.

"Señor, he decidido que ya tuve suficiente de todo esto, así que voy a dimitir" soltó sin vacilación alguna.

Un silencio indescriptible se formó entre los dos en aquel momento. La sorpresa de Conway ante la actitud y aquella decisión del chico era tal que hasta se podía notar levemente en su expresión.

"Se que usted nos ha dado muchas cosas, ha perdonado nuestros errores y nos ha estado cuidando básicamente desde el primer momento que nos conocimos, le estoy muy agradecido por todo ello, y le aseguro que devolveré su amabilidad en cuanto se presente la oportunidad" dijo el joven chico con suavidad, rompiendo aquel extraño silencio "Y, aunque le estoy muy agradecido... a su vez lo resiento, señor." soltó mientras gira su cabeza hacia el de gafas oscuras para mirarle fijamente a los ojos

"¿Me recientes?" preguntó aquel hombre aparentando indiferencia, aunque en el fondo se sentía algo dolido por aquello.

"Si. Le resiento porque a la misma medida que me ha cuidado, me ha hecho mucho daño." respondió con simpleza "No creo tener que explicarlo, estoy seguro que entiendes a qué me refiero."

El silencio los rodeó una vez más. Sin duda alguna el superior allí sentada sabía a qué se refería el chico, a fin de cuentas él lo había tratado como una mierda desde el principio, aunque no negaba que Horacio tenía un talento natural para muchas cosas, prefirió centrarse solo en mantenerlo bajo sus botas, pisoteando la autoestima y expectativas del joven.

"No tengo planes de dejar que tu o la rata de allí abajo se vayan del cuerpo, y mucho menos de CNI, capullo" contestó ignorando la situación un poco "En primer lugar, ambos son personas altamente peligrosas porque su grado de imbéciles es demasiado alto. En segundo lugar, sabes que no puedes irte del CNI sin una bala en la cabeza."

"Soy consciente de ello, señor" le respondió volviendo su cabeza al frente y cerrando levemente sus ojos "pero, debe entender que no le estoy pidiendo su permiso ni mucho menos su comprensión, le estoy avisando por adelantado mis planes"

Una vez más el silencio reinó el lugar, dejando solo el sonido de fuera pasear en el ambiente.

"Horacio, si quieres unos días de vacaciones puedes pedirlos, si quieres cambiar de compañero porque te encuentras harto de Gustabo, hazlo" soltó el mayor quitándose lentamente sus gafas oscuras "pero, que te quede bien claro dentro de esa cabecita llena de arcoiris que tienes, NI TU, NI TU HERMANITO, NI NADIE, repito, NADIE, puede dejar el CNI cuando quiere y como quiere. Además, tus lloros y amenazas vacías llevárselas al otro anormal, porque a mi no me interesan, entendido capullo?"

Sin decir una palabra el nombrado abrió sus ojos y los dirigió hacia el mayor. Fijó su mirada en aquellos ojos que lo veían con clara molestia pero que en el fondo cargaban tristeza e incertidumbre, incluso un leve arrepentimiento por lo dicho.

"Ahora fuera de mi despacho, no quiero verte ni la maldita sombra el resto del dia gilipollas" bramo Conway algo incomodo por aquellos ojos que lo observaron como si pudiera ver a través de él.

Y así sin más, el chico levantó su pasamontañas, se lo puso y en completo silencio salió del lugar.

Sin pensarlo mucho decidió largarse del sitio y encargarse de todo mañana cuando se encuentre más calmado, nunca es bueno actuar con la cabeza caliente.

Me cansé de fingir- Horacio PérezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora